Javier Bardem, que hoy presentó en el Festival Internacional de Cine de Toronto (TIFF) "Hijos de las nubes", un documental sobre los refugiados saharauis que ha producido, dijo a Efe que el problema del Sahara Occidental "es una patata caliente" al que nadie quiere prestar atención.

Bardem, junto con el director del largometraje, Álvaro Longoria, presentaron el documental en el que la cámara sigue al actor español en los campos de refugiados saharauis en el corazón del desierto, así como en los pasillos de Naciones Unidas para intentar desempolvar la cuestión del Sahara Occidental.

Durante una entrevista con Efe en Toronto, Javier Bardem y Álvaro Longoria dijeron que uno de los objetivos del filme es dar a conocer la problemática saharaui en el resto del mundo, donde es prácticamente desconocida.

"La reacción de la gente que la está viendo fuera de España es buena. La mayoría de la gente no sabe de este asunto, de este conflicto, y lo reciben con cierta sorpresa y también con preguntas como por qué es así está situación, desde cuándo y qué se puede hacer al respecto" dijo Bardem.

El actor, que lleva años involucrado con la causa saharaui, dijo que lo que ha aprendido al hacer el documental es que "nadie quiere hablar del tema, que es una patata caliente para muchos".

"Pero que curiosamente cuando se habla de ello en una forma más privada, sin la cámara apuntando, la mayoría de la gente responsable de alguna forma de que la situación siga así, son conscientes de que lo están haciendo mal" dijo Bardem.

"Por parte de embajadores de Estados Unidos o de Francia, evidentemente saben que tienen que hacer algo sobre ello y tienen que hacerlo rápido para evitar lo que está sucediendo en el norte de África" añadió en referencia a las revueltas populares en los países árabes.

Por su parte, Longoria dijo que la cuestión del Sahara sufre de la llamada "realpolitik", en el que determinados gobernantes asumen que ellos conocen la situación mejor que todos los demás, y que es un error.

"A largo plazo creo que es un error y creo que es un poco el punto de la película, como se ha demostrado en las revoluciones árabes, que ésta 'realpolitik' acaba explotando en nuestras manos", señaló.

Longoria insiste en que la inacción de países como Estados Unidos, Francia o España para dar una solución real a la cuestión saharaui es algo peligroso.

Bardem cree que parte de la razón por la que el conflicto saharaui es un conflicto invisible es "en primer lugar porque no ha habido sangre, lo cual es muy triste".

"Y esperemos que no lo siga habiendo. El pueblo saharaui es un pueblo afianzado en una forma pacifista de intentar llegar a una solución, tiene una paciencia inquebrantable, y están llegando las nuevas generaciones que está naciendo en los campos de refugiados a plantearse si merece la penar seguir siendo así" dijo.

"El hecho de que se hable poco de esta situación fuera tiene que ver también con como Marruecos ha hecho muy bien su trabajo. Tiene dos grandísimos aliados, Francia y EE.UU. que hacen el trabajo de acallar e intentar que no se hable mucho de este asunto por lo incómodo que es" añadió.

Bardem, para quien este es el segundo documental que produce, terminó diciendo que "tendríamos que estar haciendo documentales todos los días de tantos temas tan duros que hay afuera y aquí dentro. Uno hace lo que puede y cuando puede. No es tanto lo que le aporta a uno sino lo que uno puede aportar".