Hace más de cuatro décadas, Alfredo Landa, animado por José Sacristán, cogió la maleta y emigró a Alemania con la esperanza de encontrar un futuro mejor en el filme 'Vente a Alemania, Pepe' (1971). Hoy, con un panorama distinto al de aquella etapa final del franquismo, el director Nacho G. Velilla repite la misma fórmula en la cinta 'Perdiendo el norte'.

Las cosas han cambiado, el nivel de vida ha mejorado para gran parte de la población, que ha tenido un mayor acceso a ámbitos como la educación y, sin embargo, la historia vuelve a repetirse, motivo por el que Nacho Velilla decidió contar "una realidad inmediata que todo el mundo conoce", tal y como ha explicado durante una entrevista concedida a Europa Press.

En la cinta, los jóvenes Hugo (Yon González) y Braulio (Julián López) viajan a Berlín en busca de dos empleos cualificados acordes a la formación que han recibido en España, un perfil que, tal y como sueñan, los empresarios alemanes están esperando.

En esta cinta, el director retrata a "una generación de chavales que con mucha formación e ilusión no encuentra su sitio y tiene que buscarlo fuera de su lugar de origen".

"Lo cruel es que cuarenta años después estemos contando prácticamente la misma historia, aunque de manera diferente" ha señalado el cineasta, quien encontró en 'Vente a Alemania Pepe' referente clarísimo, motivo por el que llamó a la puerta de José Sacristán, como si se tratara de un "metalenguaje", y formuló la pregunta: "¿Qué pasaría si un emigrante de esa generación se hubiera quedado ahí y contemplara atónito como cuatro décadas después se repite la misma historia?".

A ello se une la "paradoja" de pensar que esta generación de españoles era la mejor formada, a la que le esperaba un mejor futuro en un país que había triunfado a todos los niveles, algo a lo que el cineasta se refiere como "el cuento de la lechera" que ahora se cae y con ello "se desvanecen las ilusiones".

En el rodaje fue importante "controlar cada frase" porque era consciente de que esta comedia ha sido realizada tomando como base un tema sensible que para muchos españoles es una frustración. "Teníamos claro que queríamos emocionar

Comedia local

Al igual que el éxito 'Ocho apellidos vascos', 'Perdiendo el norte' se centra en un problema local para crear una comedia. "La comedia que más disfruto es la que me cuenta historias locales, mi gusto personal tiene mucho que ver con el reorrealismo italiano y las películas de los 60 y 70 española, que cuentan historias muy cercanas, tienen una riqueza tremenda".

Precisamente, estas son las historias que Velilla y su equipo lleva contando desde su primera serie de televisión, 'Siete vidas': "Historias muy cercanas, que te pueden ocurrir a tu vecino, tu amigo o tu mujer, y contarlas a través de la ironía y el sarcasmo".

Preguntado acerca de la posibilidad de exportar esta cinta, el director cree que "las historias más particulares son las más universales, las historias más concretas son las que más consumo". En este punto, destaca el trabajo de Almodóvar, que a su juicio "dio lecciones en sus primeras películas" y añade que cuando se relata una historia "muy de tripas" eso se entiende fuera.

La cinta cuenta con un reparto coral en el que destacan Blanca Suárez, Yon González, Julián López, Miki Esparbé, Úrsula Corberó, Carmen Machi o Javier Cámara. Muchos de ellos (Machi, Cámara y López), a los que se refiere como sus "sospechosos habituales", repiten con Velilla y entienden la comedia de la misma manera que el director. Pero esta cinta narra una historia de una generación más joven era necesario incorporar un conjunto de actores. "Lo que más me ha sorprendido es que en esta película hay diferentes generaciones y mucho talento", ha señalado.