Una idea que le vino al director, Michel Hazanavicius, hace algunos años alentado por su admiración por los grandes maestros de la época, desde Hitchcock hasta Ford, Lubitsch, Murnau y Lang. Pero le cautivó, especialmente, el reto de contar la historia de una forma muy especial, sobre todo desde su condición de director, porque en este género donde no existe el sonido todo está en la imagen, en la organización de los signos que estás enviando al público. "Y es un cine emocional (señaló el director) y sensorial; al no tener que ir a través de los textos te devuelve a una forma básica de contar una historia que sólo funciona sobre los sentimientos que has creado. Es una forma fascinante de trabajar". Esta es la vida de un actor del cine mudo que no quiere oír nada del cine sonoro, eso es The Artist.

El realizador se centró en este personaje, pero tanto pronto como se le ocurrió la idea de la joven extra y de sus destinos entrelazados, todo estuvo en su lugar y cobró sentido, incluso en los temas: orgullo, fama, vanidad... Y, naturalmente, una anticuada visión del amor, muy puro, que también concuerda con la forma. Uno de sus mayores estímulos es que se rodó por completo en Hollywood, en escenarios originales que nos levan a lugares sagrados del séptimo arte. "Lo más complicado -concluyó el director- fue convencerme de que este proyecto valía la pena, porque va contra las tendencias actuales, es casi anacrónico: ¡estábamos en medio de la locura por Avatar, en plena moda del 3D!"

Estamos en el Hollywood de 1927, el año en que irrumpió la primera película sonora de la historia del cine, El cantor de jazz. George Valentin es una estrella del cine mudo al que todo le sonríe. La llegada del cine sonoro marca el final de su carrera y lo lleva a caer en el olvido. Por el contrario, la joven extra Peppy Miller empieza a ser propulsada hacia el firmamento de las estrellas. Mientras trabajaba en el guión, Hazanavicius pensaba en muchas películas mudas, en las de Murnau, especialmente en Amanecer (1928) y City Girl (1930), en las películas de Frank Borzage, aunque Murnau es más intemporal, incluso moderno. Al principio vio todas las películas que pudo: alemanas, rusas, americanas, británicas, francesas, pero al final fueron las películas mudas americanas las que más le inspiraron porque se adecuaban más a los personajes, a la historia. "Para los que amamos el cine -comentó-, buscar las localizaciones en este caso fue una experiencia fantástica. Visitamos todos los estudios, en los que Chaplin rodó La quimera del oro, Luces de la ciudad, etc., los de Mack Sennett, Douglas airbanks... ¡fue increíble! La casa de Peppy en la película es la de Mary Pickford... estuvimos en lugares míticos". El rodaje se llevó a cabo a lo largo de 35 días y como declaró el director, "terminamos agotados, pero estábamos allí, en Hollywood, unos cuantos franceses entre todos aquellos americanos, pero formábamos un equipo, e icimos la película que queríamos. Todo fue muy emocionante ".

Trailer de The Artist

El director

Reconoce Hazanaviciu que el argumento suena a mil veces visto, pero que lo importante son los pequeños detalles que van componiendo entre guiños el reflejo de una época ya olvidada, aderezados con las impecables

interpretaciones de dos artistas totalmente imbuidos de aquel espíritu, a los que hay que sumar a John Goodman y James Cromwell. El director, que hubiera preferido llamar El lunar a la película -la explicación está uno de

esos pequeños detalles del filme-, afirma que la película habla "sobre todo, de un ser humano que tiene

que hacer frente a un mundo que está cambiando muy rápido para él".

Ficha técnica

Francia. 2011. Director: Michel Hazanavicius Intérpretes: Jean Dujardin, Berenice Bejo, John Goodman, James Cromwell, Penelope Ann Miller.