La Academia de Cine celebra mañana una asamblea general para elegir a su próximo presidente con una única candidatura sobre la mesa, la de la directora de vestuario británica Yvonne Blake, acompañada por el director de cine Mariano Barroso y la actriz Nora Navas como aspirantes a las vicepresidencias.

Las prioridades de Blake serán modernizar la institución, flexibilizando sus estatutos, atraer a los cineastas jóvenes y fomentar la transparencia, según expuso en la presentación de su candidatura a finales del mes pasado.

Esta tercera cita electoral en apenas dos años y medio busca poner fin a un periodo de inestabilidad que se abrió con la dimisión, en febrero de 2015, del productor, distribuidor y exhibidor Enrique González Macho sólo nueve meses después de haber renovado su mandato.

González Macho alegó "razones personales", pero sólo unos meses después salió a la luz que era uno de los investigados en el llamado "fraude del taquillazo", que consistía en inflar el número de espectadores de una película para conseguir jugosas subvenciones.

Antonio Resines, que fue su vicepresidente primero, le sustituyó al frente de la institución tras las elecciones del 9 de mayo de 2015, en las que la suya fue también la única candidatura presentada, con la directora Gracia Querejeta y el productor Edmon Roch como segundas espadas.

Pero el actor cántabro también dimitió, a mediados de julio pasado, cuando no había transcurrido ni la mitad de su mandato -en principio son tres años-. Lo hizo al mismo tiempo que Roch, mientras que Querejeta se les había adelantado un mes, en su caso por motivos profesionales, según expuso.

Resines explicó entonces que tiraba la toalla por "serias discrepancias" con parte de la Junta Directiva que venían torpedeando el trabajo diario de la presidencia en los meses precedentes.