Los ministros de Economía de la eurozona tratarán de desbloquear este lunes el segundo rescate de 130.000 millones de euros para Grecia con el fin de evitar así la quiebra del país y su salida de la eurozona. Tras muchas dudas las últimas semanas, los Estados miembros están "extremadamente cerca de un acuerdo" sobre el nuevo plan, según han informado fuentes diplomáticas.

La canciller alemana, Angela Merkel y los primeros ministros italianos, Mario Monti, y griego, Lucas Papademos, expresaron su confianza el viernes tras mantener una teleconferencia en que habrá un acuerdo sobre Grecia el lunes. Papademos se entrevistó después con su homólogo holandés, Mark Rutte, uno de los más reticentes a seguir ayudando a Atenas, para despejar el camino al segundo rescate.

La ayuda estará sometida a estrictas condiciones, ya que se depositará en una cuenta bloqueada con el fin de garantizar que se destine prioritariamente al pago de la deuda y sólo después a financiar los servicios públicos. Además Atenas deberá poner en marcha antes de final de mes una serie de medidas de ajuste ya comprometidas para recibir los fondos, según las fuentes.

Pero todavía quedan algunas cuestiones pendientes de finalizar. Una de las más importantes es la estructura que tendrá la cuenta bloqueada para el dinero del rescate. Tampoco se descarta que Alemania, Países Bajos y Finlandia vuelvan a pedir un control reforzado sobre Grecia, por ejemplo mediante una 'troika' permanente en Atenas de la UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI), con el objetivo de garantizar que esta vez sí se aplicarán las reformas prometidas.

"Mañana (por el lunes) habrá intensas negociaciones sobre los mecanismos de control", ha dicho la ministra de Finanzas de Austria, Maria Fekter, que también da por hecho que habrá un acuerdo. "No creo que exista una mayoría para que las cosas sucedan de una forma diferente. Una vía distinta es algo sumamente complicado, genera muchos gastos y requiere de mucho dinero", ha agregado.

No está claro cuánto dinero aportará al rescate el FMI. Hasta ahora siempre se había hecho cargo de un tercio del coste de los programas de ayuda a países de la eurozona, pero en el segundo plan para Grecia disminuirá su contribución y podría dejarla en tan solo 13.000 millones, según el periódico 'The Wall Street Journal', lo que aumentará la factura para los Estados miembros.

Finalmente, se ha desechado la idea de retrasar el segundo rescate hasta después de las elecciones anticipadas, que se celebrarán en abril, tal y como sugirió el ministro holandés de Finanzas, Jan Kees de Jager. El problema es que habría que conceder a Grecia un crédito puente para cubrir el vencimiento de deuda por valor de 14.500 millones el 20 de marzo.

Asimismo, pierde fuerza la posibilidad de dividir el plan de ayuda en dos grandes tramos, como quería Berlín. Sólo para poner en marcha el canje de bonos mediante el cual la banca condonará a Grecia 100.000 millones de deuda, una de las medidas fundamentales del segundo rescate, se necesitan 30.000 millones de euros de incentivos del sector público y otros 35.000 millones de garantías temporales para que el Banco Central Europeo (BCE) siga aceptando los bonos griegos de colateral. La mayoría de países no quiere desbloquear estos fondos sin tener completamente cerrado el plan de ajuste que se exige al Gobierno griego.

Atenas ya ha cumplido las tres últimas condiciones que le impuso el Eurogrupo para desbloquear el rescate: la aprobación del plan de ajuste de 3.300 millones en el parlamento; el compromiso escrito de los dos líderes mayoritarios -el socialista George Papandreu y el conservador Antonis Samaras- de que aplicarán los recortes gane quien gane las elecciones; y la identificación de medidas adicionales en 2012 por valor de 325 millones.

Reducción del tipo de interés

Si el segundo rescate se desbloquea el lunes, en los próximos días se lanzaría ya la oferta de canje de bonos a la banca para hacer efectiva la quita a la deuda griega. Según ha trascendido, los nuevos bonos tendrán un vencimiento a 30 años y un interés de alrededor del 3,5%, con lo que los acreedores privados asumirán unas pérdidas reales de entorno al 70%.

Pero según el análisis sobre la sostenibilidad de la deuda griega realizado por la 'troika', ni la quita ni el segundo rescate servirán para lograr reducirla del 160% al 120% del PIB de aquí a 2020, el objetivo fijado por los líderes europeos en octubre. Por ello, los países de la eurozona se plantean rebajar de nuevo el tipo de interés que cobran a Atenas por el rescate, según las fuentes consultadas.

Además, el BCE ya ha indicado que podría participar en el segundo rescate para cubrir la cantidad que falta. A diferencia de los acreedores privados, no asumirá pérdidas sobre los 50.000 millones de euros de deuda griega que tiene en su balance, pero sí que renunciará a los posibles beneficios que lograría de mantener los bonos hasta su vencimiento, ya que los compró con fuertes descuentos, y los repartirá entre los países de la eurozona, que a su vez los trasladarán a Grecia. Ello reducirá en alrededor de 11.000 millones la carga de la deuda helena.

También se estudia que los bancos centrales de los países de la eurozona contribuyan al rescate con los bonos griegos que tengan en su cartera.