Todo tiene su mesura. Y en los picantes es más evidente. Un poco va bien, exalta los sabores de los alimentos, para quien le guste, claro. Demasiado, quema el paladar, no hay manera de degustar la comida. También incide en la salud.

Un poco reduce la presión arterial, pero una ingesta intensa puede aumentarla significativamente o dañar la flora intestinal, algo nada recomendable en caso de padecer una úlcera. Pero si se trata de una persona sana, los condimentos picantes pueden mejorar la digestión, estimular la circulación de la sangre e incrementar el ritmo cardiaco. Además, los poros de la piel se dilatan y se promueve la sudoración, una forma de disipar el exceso de calor, un buen antídoto para el verano. En época de temperaturas altas es de agradecer, aunque la primera impresión sea un aumento del calor.

Esta es una selección del picante más usado y algunas de sus propiedades:

Chiles. La variedad es grande y la escala de picor también. Entre los más conocidos se encuentran desde los jalapeños hasta los de Padrón. La cayena es tal vez unos de los más consumidos en España después de la guindilla en vinagre. Aumenta la producción de ácidos estomacales, mejora la digestión y previene el estreñimiento. Además ayuda a reducir el colesterol y los triglicéridos y a prevenir la hipertensión. También mitiga los dolores.

Nuez moscada. Es típica de la cocina europea y escandinava, aunque también se utiliza en India, Oriente Medio y el Caribe. Es buena contra el mal aliento o el dolor de cabeza y fortalece el hígado débil.

Pimentón. Se obtiene por desecación de variedades de pimiento rojo. Ayuda a reducir el dolor causado por el reuma, especialmente en las articulaciones. También facilita la eliminación de orina y los gases acumulados.

Pimienta negra. De sabor picante fuerte y aroma intenso. Se obtiene de los frutos recogidos antes de su maduración y secados de forma que la cobertura de color verde se ennegrece. Estimula el apetito y tiene propiedades digestivas y carminativas.

Cardamomo. En India se emplea para condimentar los platos con base de arroz y en la cultura árabe lo utilizan para preparar el café. Su aceite esencial es rico en sustancias como limoneno, terpinol y eucaliptol, empleados para tratar afecciones respiratorias y pulmonares.

Pimienta blanca. De sabor picante y aroma suave. Los granos se remojan hasta que el agua desprende la cutícula externa y queda la semilla lisa con un color blanco. Es digestiva y carminativa.

Wasabi. Clasificado como picante frío, se trata de una clase de rábano cuyo picor no produce ardor en el estómago y sí ayuda a despejar la nariz. Popular por la expansión de la cocina japonesa.

Mostaza. Se obtiene a partir de una combinación de especias molidas y mezcladas con vinagre y vino. Tiene un alto contenido proteico y de minerales. Además posee propiedades antisépticas y digestivas.

Jengibre. Útil para las afecciones respiratorias, esta especia asiática también se utiliza con fines medicinales para tratar problemas estomacales como náuseas matinales, malestar estomacal y vómitos. Evitarlo en caso de acidez gástrica.

Clavo de olor. Fortalece el estómago, el hígado y el corazón. Posee propiedades antisépticas que se utilizan para eliminar los parásitos y gusanos intestinales y para la sarna. En algunos países orientales es el principal recurso natural para combatir la malaria, la tuberculosis o el cólera.

Cebolla. Favorece la eliminación de las mucosidades producidas por la gripe o resfriados y contribuye a reducir los niveles de colesterol en sangre. Tiene propiedades depurativas, digestivas y reconstituyentes.

Ajo. Ayuda a reducir la hipertensión y el colesterol, a reforzar la pared de los vasos sanguíneos y a prevenir la formación de placas de ateroma que reducen el diámetro de la arteria. Es eficaz como antibiótico y combate numerosos hongos, bacterias y virus; se lo asocia con la prevención del estrés y la depresión.

Cúrcuma. De sabor fuerte y color amarillo intenso, posee una acción antioxidante y protectora de la función hepática.

Canela. Su picor es tan suave que generalmente no se la asocia como picante. Oriunda de Oriente, los egipcios, griegos y romanos ya la importaban de China 2.000 años antes de Cristo. En India se utiliza en la medicina ayurvédica. Reduce los gases, facilita la digestión, estimula el apetito y mejora la circulación periférica.