En la cocina como en el cine; siempre es mejor la versión original. Entre la disparidad de opiniones que hay sobre cómo preparar la pasta (incluso en Italia), la web de cocina italiana Dissapore facilita los siete mandamientos para obtener la pasta 'perfetta'.

Dosis

La cantidad estándar suele ser de 100 g por persona cuando se trate de pasta de sémola seca, entre 80 y 90 gramos si es de huevo y alrededor de 120 gramos para la pasta fresca, ya sea de harina o huevo. En caso de estar a dieta, reducir en un 20% o 30% la cantidad.

Proporciones

Para medir correctamente las proporciones entre la sal, la pasta y el agua se puede utilizar la regla del '10, 100, 1.000', donde 10 g es la sal, 100 g la pasta y 1.000 ml el agua. Con esta sencilla fórmula tan solo hay que multiplicar o dividir entre 10 para mantener correctamente la correlación entre los ingredientes.

Recipiente

Conviene que sea alto si se cocina un tipo de pasta larga como espagueti, por razones obvias. Si se va a cocinar pasta fresca o macarrones, la altura no es tan importante.

¡Nunca enjuagar!

Aunque es una manera rápida de enfriar la pasta, no se debe hacer. Para preparar pasta fría, hay que dejarla a temperatura ambiente y removerla de vez en cuando. ¡Y la mejor manera para hacerlo es con las manos!

Sal

Cada persona tiene un gusto distinto. Se puede utilizar una cuchara para aplicar la cantidad deseada. Si queda demasiado salada, el truco es hervir aparte un poco más de agua y verterla para diluir un poco la sal. Siempre hay que aplicar la sal cuando el agua ya esté hirviendo o de lo contrario tardará más.

Colador, ¿sí o no?

Si se trata de dos o tres raciones, lo mejor es utilizar una espumadera para llevar la pasta directamente hasta la salsa. Si la cantidad es mayor, se puede utilizar el colador, pero hay que ser rápido para evitar que se reseque.

¿Cuánto tiempo?

El tiempo correcto suele estar indicado en el envase, aunque se puede reducir o aumentar algún minuto si se prefiere más hecha o al dente. Es recomendable comprobar que todo va bien un par de minutos antes de que haya transcurrido el tiempo de cocción para poder corregir, por ejemplo, que la cantidad de sal esté al gusto. Lo ideal para saber si la pasta está al dente, que es el modo de preparación más saludable, es si, al partir por la mitad el tallarín o el macarrón ha perdido el todo blanquecino. Si hay algo de blanco es que la pasta todavía está algo cruda y la dejaremos cocer un par de minutos más.