En España se desperdician al menos 7,7 millones de toneladas de alimentos cada año y un 48 % del total de comida que se tira a la basura son frutas y verduras. El verano está a la vuelta de la esquina y con él las altas temperaturas. En ciertos puntos del país, la humedad puede hacer que muchos de nuestros alimentos frescos se estropeen antes de tiempo y tengamos que tirarlos. Este hecho nos hace gastar miles de euros en vano. Para evitarlo, te traemos unos trucos para conservar los alimentos y lograr que duren muchos días en óptimas condiciones.

Alimentos cocinados

Las sobras, para tenerlas listas y perfectas al día siguiente, debes guardarlas siempre en la nevera dentro de envases herméticos para evitar la humedad y la trasmisión de olores, que puede ser la razón por la que la comida 'nos sepa a nevera' y acabemos tirándola. Si no vas a consumir las sobras en dos días, lo mejor es que las congeles, así eliminarás toda duda y evitarás riesgos de intoxicaciones. Y si etiquetas con la fecha los platos congelados, mucho mejor.

Carnes

Estos alimentos deben estar refrigerados en todo momento, ya sea carne de vaca, cerdo o ave. Lo mejor es comprar la carne el mismo día que vas a consumirla o, como mucho, ingerirla un día después, ya que si se conserva muchos días en la nevera puede estropearse igualmente. Congelarla es otra opción, pero a la hora de consumirla siempre hay que descongelarla dentro de la nevera y nunca al aire libre, donde las bacterias pueden proliferar.

Verduras

Para conservarlas más tiempo es conveniente envolverlas en papel de aluminio y, en el caso de la lechuga y productos similares, los cuales tienden a pudrirse por la humedad, lo mejor es envolverlos con papel de cocina para que absorva el agua y se mantenga fresca y seca más tiempo.

Fruta

Uno de los malos hábitos que algunos hemos adquirido es lavar las frutas nada más comprarlas y guardarlas después. De esa manera eliminamos propiedades que el propio alimento tiene para evitar la corrosión, por lo que, en vez de mantenerlas por más tiempo, lo que logramos es que la fruta se corrompa antes de tiempo, además de añadirle humedad.

Lo ideal es lavar la fruta antes de consumirla, si hablamos de manzanas o peras; pero si se trata de plátanos, lo mejor para conservarlos es envolver su punta con papel film o la pieza entera en papel de periódico. Esta fruta además suelta una gran cantidad de gas etileno, lo que puede estropear los alimentos que se encuentran cerca, por lo que lo mejor es conservarla a parte.

El tomate, que dentro de la nevera pierde sabor pero fuera se reblandece enseguida, con un poco de celofán y en la posición correcta se mantendrá más tiempo al aire libre.

Nevera

La temperatura del electrodoméstico debe rondar los 5ºC y estar completamente aislada del exterior. En los meses más calurosos procura no abrir en exceso la nevera, ya que entrará aire caliente y el aparato deberá trabajar el doble para cotrarrestarlo.

El frío dentro de la nevera además no es el mismo en todas partes, siendo la de arriba mucho más fría que la de abajo. La peor parte se la llevan las baldas de la puerta, ya que cada vez que abrimos sufren un aumento de temperatura muy significativo, el cual tarda mucho más en regularse.

Para evitar estos problemas, guarda los lácteos, los productos ya cocinados en envases cerrados y los embutidos en los estantes de arriba. Los productos como la carne y el pescado crudos deben ir en el centro y en la parte inferior, las verduras y frutas.