Con las altas temperaturas de la época estival, las bacterias se reproducen más fácilmente y las temidas intoxicaciones alimentarias se vuelven más habituales que en otras épocas del año. Unas de las más frecuentes son las provocadas por la salmonela o la E.coli, microorganismos presentes en más alimentos de los que nos imaginamos.

Y es que cuando aparecen los vómitos o las diarreas típicas de las intoxicaciones alimentarias, nos paramos a pensar en lo que hemos comido horas antes o como mucho el día anterior. Sin embargo esto es un error ya que la mayoría de las bacterias que las provocan tienen un periodo de incubación de uno a tres días, con lo que hay que mirar mucho más atrás.

Si quieres evitar sustos estos meses, presta atención a los cinco alimentos que, según un informe publicado por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) en 2016, son los que más intoxicaciones alimentarias provocan.

  • Los huevos. Crudos o mal cocinados pueden contener salmonella, una bacteria que provoca salmonelosis, una de las infecciones más habituales en verano. Y es que este alimento es el causante, según la OCU, del 23% de las intoxicaciones alimentarias. Por eso hay que cocinar bien este alimento y manipularlo con cuidado, prestando atención para evitar que la cáscara contamine su interior. Las salsas preparadas con huevos y las tortillas no muy cuajadas deben guardarse siempre en la nevera y consumirse en un máximo de 24 horas desde su preparación.

Los alimentos que más intoxicaciones producen

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  • El pescado. El anisakis es ya de sobra conocido entre los amantes del pescado. Este parásito vive en algunos pescados crudos y provoca diversos problemas digestivos o alérgicos. Para eliminar este gusano hay que cocinar bien el pescado, pero si lo que quieres es comerlo crudo deberás asegurarte de congelarlo muy bien antes de consumirlo.
  • Los vegetales. En la época de calor muchas veces lo que más apetece es una ensalada ligera y bien fresquita. Es en esta época cuando se consumen muchos vegetales a los que no se les presta la atención adecuada. Al estar siempre en contacto con la tierra (O para eliminar también restos de insecticidas), deben lavarse concienzudamente. Y es que los vegetales y sus derivados son los causantes del 6% de las intoxicaciones alimentarias totales, según el informe de la OCU.
  • El marisco. Estos alimentos se consumen mucho en verano, especialmente en los chiringuitos de algunas playas abarrotadas. Aunque son habituales en nuestra gastronomía, el peligro llega cuando no se compran en lugares autorizados. Los moluscos de concha tienen más peligro que el resto del marisco porque en ella concentran mayor cantidad de bacteria, por lo que deberán asegurarte de que se han lavado bien y de que se han recogido en zonas autorizadas.
  • El pollo. La carne de esta ave no debe consumirse nunca cruda o semicruda ya que puede provocar enfermedades infecciosas debido a la salmonela y otras bacterias patógenas que contiene, algunas de ellas resistentes a antibióticos. Esos microorganismos no se encuentran en grandes cantidades, por lo que pueden eliminarse fácilmente lavando y cocinando bien el pollo.