El verano es idóneo para muchas cosas. El sol, el tiempo libre, las fiestas y los viajes son el foco principal de una época en la que se trata de disfrutar lo máximo posible. Aunque, en ocasiones, es el calor abrasador el que nos impide meternos de lleno en el modo estival. Y aunque maneras de combatirlo hay muchas, puede ser que no conozcamos algunas sanas y divertidas.

Así, para acabar con los grados de más en nuestro cuerpo y poder disfrutar de la tumbona o un paseo, más allá de un buen chapuzón, una alternativa o acompañamiento puede ser el de una bebida fresquita. Y si vamos más allá, una infusión fría. La amiga del invierno también tiene sus modalidades veraniegas, y no es para menos. Con frutas, algún producto dulce, hierbas aromáticas... hay mil formas de realizar un buen té de verano y desde aquí te proponemos tres recetas.

Apunta.

Manzanilla con jengibre y cítricos

Esta infusión de laurel con jengibre acelera el metabolismo y te ayudará a adelgazar

La manzanilla es un imprescindible de todo amante del té que se precie, aunque esto no quiere decir que lo único que se pueda aprovechar de ella sean sus valores medicinales para los fuertes resfriados de invierno. Con frío, limón y jengibre se puede convertir en un clásico de las vacaciones. Qué tiemble el tinto de verano.

Ingredientes para 4 vasos: Un litro de agua, cinco bolsas de manzanilla o 20 gramos a granel, unos 3 centímetros de raíz de jengibre, un limón y una lima y edulcorante al gusto.

Preparación: Hacer una infusión con el agua, la manzanilla y el jengibre. Enfriar a temperatura ambiente y después dejarlo en la nevera. Hacer zumo con dos tercios de cada cítrico y cortar el trozo restante en rodajas finas. Colar el té y servir con el zumo de los cítricos, el edulcorante escogido, las rodajas para decorar y hielo.

Té verde con menta y cerezas

Postre frío de cerezas. Digiteka

El té fue un descubrimiento de China y desde entonces ha evolucionado a cientos de modalidades diferentes. En este caso, el verde es el té recogido mientras permanece fresco y no se oxidan sus hojas. Todo lo contrario al negro. Unido a la menta, muy refrescante y al ácido sabor de las cerezas da como resultado un perfecto y sano combinado para el verano.

Ingredientes para 4 vasos: Un litro de agua a temperatura ambiente, 5 bolsitas de té verde o unos 15 gramos a granel, 16 cerezas + 8 para decorar, 4 ramas grandes de menta y 4 extra para decorar y educorante al gusto.

Preparación: Partir las cerezas por la mitad a lo largo y ponerlas en el fondo de un tarro donde quepa el té, sin quitarles el hueso. Poner las ramas de menta, las bolsitas de té y el agua. Dejar reposar 12 horas en la nevera, endulzar al gusto, colar y servir en vasos grandes con hielo, decorados con la menta y las cerezas.

Té negro especiado con leche de coco

Una infusión de achicoria Solstizia

El té negro, al contrario que el verde, se encuentra oxidado en mayor grado. Se cree que en China se utilizaba para teñir algunas telas después de elaborarlo con agua caliente, ya que las clases más bajas no podían acceder a los colorantes. Unido a algo de canela y clavo junto a la leche de coco puede dar como resultado una intensa bebida con aires exóticos.

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Ingredientes para 4 vasos: Un litro de agua, 4 bolsitas de té negro o 12 gramos a granel, 6 vainas de cardamomo, 2 clavos de olor, un palo de canela, 100 mililitros de leche de coco y edulcorante al gusto.

Preparación: Hacer la infusión de té durante el tiempo indicado por el fabricante o el vendedor añadiendo las especias -romper el palo de canela y darles unos golpes a las vainas de cardamomo-. Pasado el tiempo indicado, retirar el té. Se pueden retirar también las especias en ese momento o no, dependiendo de lo especiado que se quiera. Colar, endulzar si se quiere y servir con hielo y una nube de leche de coco.