A la hora de hacer la compra no sólo tenemos que fijarnos en el precio, sino también en las etiquetas y las propiedades de cada producto. Y es aquí donde tenemos que poner especial atención, ya que algunos alimentos que a primera vista pueden parecer sanos, puede que en realidad no sean tan saludables como aparentan.

El desconocimiento en dietética y nutrición hace que nos equivoquemos pensando que algunos alimentos dañinos, como los zumos envasados o los cereales azucarados, son sanos.

Aquellas personas que buscan cuidar su alimentación o perder peso con productos 'light', ecológicos, integrales, 'detox' o sin grasas deben saber qué esconden este tipo de productos y en qué medida es bueno consumirlos, tal como señala la nutricionista Laura Jeffers en la web de la Clínica Cleveland de Ohio.

Alimentos sin grasas... repletos de azúcar

Algunos alimentos libres de grasas son más saludables, como en el caso de los productos lácteos hechos con leche desnatada en vez de entera. No obstante, de forma habitual, los fabricantes añaden azúcar o sirope de maíz alto en fructosa para ayudar a los alimentos a conservarse, lo que añade calorías vacías.Productos procesados que imitan la carneLo más recomendable es consumir alimentos que estén lo menos procesados posible. De esta forma, no ingeriremos en exceso aditivos químicos, grasas, azúcares... Hay que elegir listas reducidas de ingredientes; cuanto más productos se reconozcan, mejor es el alimento.

Smoothies, bombas calóricas

Si bien es cierto que existen pocas comidas tan nutricionalmente densas como los vegetales y las frutas, los denominados 'smoothies' pueden convertirse en una auténtica bomba calórica. Dependiendo de los ingredientes del batido, incluyendo la cantidad de fruta, zumo y proteínas se podrían alcanzar hasta las 1.500 calorías.

Jeffers sugiere no comprar los que ya están hechos y optar por prepararlos en casa: añadir fruta para dar sabor pero poniendo el acento en los vegetales, añadiendo algunos de hoja verde por sus grandes beneficios para la salud y su bajo aporte calórico. Si se incluye piña en la combinación se puede contrarrestar el sabor más fuerte de espinacas baby o berza.

Integrales

Hay que leer bien la etiqueta de los productos ya que aquellos que son integrales, a veces sólo llevan un pequeño porcentaje de fibra añadida. Para que realmente sean productos integrales deben estar elaborados con el grano entero del cereal.

Por otra parte, si la bollería pone integral, también hay que consumirla de forma puntual ya que en su elaboración encontraremos azúcares añadidos y grasas saturadas, como el aceite de palma.

Muesli o mezcla de frutos secos: raciones pequeñas

El muesli tiene propiedades saludables pero a menudo se emplean en su preparación muchos aceites o grasas. Si está aglomerado o se adhiere a los dedos con facilidad el producto no es saludable. Existen combinaciones de muesli sanas pero aún así, una porción adecuada es una cantidad muy pequeña. El muesli contiene hasta 400 calorías en una taza mediana. Lo mismo sucede con las frutas y los frutos secos. Una única taza de almendras contiene más de 500 calorías. Por ello, las raciones deben ser muy reducidas.

Ecológicos, no son más saludables

Consumir productos ecológicos significa comer alimentos libres de pesticidas, herbicidas y otros productos. Sin embargo, desde el punto de vista nutricional, no son más saludables, es decir el contenido de nutrientes es similar a los productos no ecológicos. Si es cierto, que al decantarse por los productos ecológicos se ingieren menos contaminantes, algunos de ellos, relacionados con enfermedades.

¿Cómo comer de forma saludable?

La clave para comer de forma saludable es hacerlo al menos en el 75% de las ocasiones, señala Jeffers que apunta que no consiste sólo en elegir los alimentos bien sino también en tomarlos con moderación. "Es útil recordar que está bien ser indulgente de vez en cuando en vez de optar por todo o nada", concluye.