Da asco que a alguien le dé asco. In quieta que alguien se inquiete. Rabias si alguien dice estar rabioso por eso. No entiendes que alguien no entienda la imagen. Te quedas así, con el labio descolga do y la cabeza empotrada en tus pensamientos, cuando ves lo que ves y escuchas lo que escuchas ante una foto, la foto de un beso en la boca entre una madre y su hija, entre Lolita Flores y Elena Furiase . Que qué asco, dicen algunos. Que qué par de lesbianas, dicen otras. Que vaya con Lolita. Que vaya vaya con Elena. O tú estás hecho de una pasta distinta, o la gente que se espanta y maldice la imagen de una madre besando a su hija en la boca está medio zumbada porque donde tú ves amor y cariño infinitos, y complicidad y celebración compartida de ese amor hay gente que habla de suciedad y de ejemplo dañino y nocivo.

Hace tiempo que es un saludo cotidiano, de llegada o despedida, el besar a amigos o hijos con un beso en la boca, y si a estas alturas hay que explicar que en esos besos no hay asomo de nada que no sea cariño es que esto, esta puta sociedad, está de verdad enferma. ¿Lesbianismo en el beso de Lolita y su hija? ¿En serio que esta imagen es la constatación de que en esa familia se practica el incesto? Te partes el culo leyendo en las redes sociales estas barbaridades, y sobre todo te cabreas por darle cera a lo que no es más que una tontería avivada hasta elevarla a categoría de hecho importante. Lo que me sale por esta boquita son rayos y centellas. Así que me río, me río en la cara de esa gente que ve inmoral la imagen que Elena Furiase publicó en Instagram dándole un beso en la boca a su madre con el lema «Amor de madre» tontos, amor de madre.