Irrumpen en la noche sabatina de Telecinco un batallón de excelsos pensionistas no de lujo sino de gran lujo, que no me imagino a Luis María Ansón cobrando menos de 600 euros y echando el mes con la nevera tiritando. La cadena de Mediaset tenía que hacer algo porque el fin de semana se le iba por el cuenco de las manos, y por mucho interés mocoso que le echara Jordi González a Tengo una carta para ti, al final, entre motos, películas, y debates, la corona se la llevaba Antena 3, y a veces hasta la impertinente adolescente La Sexta le tocaba las pelotas a la madama Telecinco con La Sexta Noche de Iñaqui López.

Lo primero que hizo Paolo Vasile fue sacar el fajo de billetes, ponerlo ante las narices de Sandra Fernández, directora de la tertulia de Iñaki, y comprarla llevándosela con parte de su equipo a su factoría. ¿Para hacer otro programa? No, para competir con el mismo programa, con idéntico y milimétrico esquema, con el mismo perfil de invitados, con la misma excusa, es decir, abundar en la burbuja política, en el guirigay de los mundos encontrados, en el blanco y negro de los razonamientos.

El programa de los sábados por la noche no es ya la noche de fiesta del Moreno, sus muñecos y sus chulos en taparrabos, no, es Un tiempo nuevo, ojo, nuevo, para ver lo nunca visto, y que además del joven Ansón contará con mozos como Julio Anguita, Fernando Ónega, Luis del Olmo, o Pedro José Ramírez, divina estrella del periodismo más truculento de las últimas décadas. Qué me dicen. Un tiempo nuevo, como ven. Presentan el tinglado Sandra Barneda y Javier Ruiz. O sea, que la alternativa del sábado es El peliculón de Antena 3.