Donde dije que TVE no tenía plan al hilo de su 'Lolita tiene un plan' digo que sí, que lo hay. Aquella columna la escribí sin ver el programa que La 1 emite los lunes. La escribí no a favor ni en contra de TVE ni de Lolita Flores sino, ay, las fobias y las manías, en contra de Bertín Osborne, qué imbecilidad la mía.

En mi descargo he de escribir que lo dejé claro, que nunca dije que vi el programa, y así quedó constancia. Ahora sí, ahora estoy escribiendo esta pieza después de ver no uno sino varias entregas de 'Lolita tiene un plan'. Y el plan es bueno, es excelente. Nada que ver con el producto del gañán que canta coplas rancias y, destila machismo y caspa en cada entrega de 'Mi casa es la tuya'.

Lolita no sólo está suelta ante la cámara sino que aporta la naturalidad de quien sabe manejarse ante ellas como la niña que creció frente a un objetivo. Con los flamencos -maravillosa entrega con José Mercé, Niña Pastori y Sara Barassabía de lo que hablaba porque había vivido para contarlo y saber preguntar. Anécdotas, vivencias, emociones, angustias, risas, amores, toda una panoplia expuesta entre amigos con una realización exquisita, una iluminación matizada y un montaje que podría ser más elegante sin los agresivos cortes para echar mano del archivo de TVE donde salen los invitados. Con las actrices, que fue la inauguración, me lo pasé pipa. Ver a Lola Herrera, divina, con su moño en punta dejando su cara despejada, hablar como las grandes, con el magisterio de su talento, fue un placer, igual que escuchar a las más jóvenes, a Cayetana Guillén y a Adriana Ugarte. Lolita tiene un plan es un programa digno, que huye de la zafiedad y el cotilleo. Insisto, donde dije Diego digo€