"No te comas los mocos, Ander, que te veo". Eso se lo dice a un crío una niña de los 10 nenes que, de aquí y de allí, del norte y del sur del país, se han juntado en una especie de experimento para televisión llamado 'La vida secreta de los niños', un formato que se ha ido gestando con éxito en diferentes televisiones del mundo. Aquí lo emite la noche del domingo, a las 21.30 horas, la tele de Movistar, #0.

Son niños de 4 y 5 años. A través del juego, es decir, en un ambiente provocado de diversión y relax, y rodeados de cámaras al estilo 'Gran Hermano', los niños reaccionan ante situaciones que, desde una habitación apartada, analizan Ileana Enesco, catedrática de sicología evolutiva, y Raúl Bermejo , maestro de educación infantil, experto en el desarrollo creativo de los niños. Estos dos expertos no intervienen, sólo observan e interpretan. Las situaciones provocadas, se dice que testadas de forma científica, harán aflorar en los pequeños aspectos de unas mentes a las que los adultos no tenemos acceso.

El domingo, en la entrega que vi, se quiso ver cómo reaccionan los críos a la tentación -en un aula de juego, sobre la mesa, se dejó una tarta de chocolate-, al liderazgo, al lento pero evidente mundo de las convenciones, a la creación de amistades y afinidades, incluso, de forma natural, al uso de un lenguaje cargado de contenidos picantes -pilila, pito, culo-. Desde casa, viendo a los pequeños, sentía una ternura infinita, y en efecto, dan ganas de reír y llorar porque son capaces de una imaginación que no conoce los límites, y aunque aquí sí se trate de un "experimento sociológico", como decía Mercedes Milá sobre su tóxico y deleznable programa, no dejan de ser niños convertidos en pasto de entretenimiento.