El paso de Isabel Pantoja por 'El hormiguero' no sólo ha dejado al programa de Antena 3 con récord, cerca de 5 millones de espectadores, sino que ahora, pasados los días, es cuando empieza a analizarse como se analiza una fórmula secreta. La misma noche de la emisión, en las redes sociales, empezó el castillo a desmoronarse con los ataques al programa, a la tonadillera que se llevó dinero público a su saca, y por eso pasó por la cárcel -palabra innombrable durante el publirreportaje- y a Pablo Motos, por el servicio de limpieza anal que brindó a la Panto-mima. Sin embargo, un paréntesis antes de seguir. 'El hormiguero' ha sido fiel a su espíritu. Allí va la gente a divertirse, la justicia ya habló, y la delincuente pagó por ello. Así que, ande yo caliente y€, dirán los del equipo. Éxito absoluto para programa y cadena -líder del mes-.

En 'Espejo público', como es lógico, llevan algunos días sacando pringue al pozo al que tanta gana había de meterle mano. ¿Quién le regaló el perrito que hace llorar, o lo que quiera que sea el gesto de esta mujer estirada que ha borrado de su faz la expresión natural -dicen que la inflan en una clínica de no sé qué pueblo gaditano-? Pues otro que ya no se nombra, Jorge Javier Vázquez, cuando colaboraba con Ana Rosa en 'Sabor a ti', en la propia Antena 3. El perro se llama Sisi. Nunca hasta el lunes había visto a Francisco Rivera, hermano del disco de oro Paquirrín -en serio, este país está hecho mierda-, y torero, como colaborador de Espejo público. Soltó una de las ironías de la mañana que quizá resuma la locura y el desmadre. Oye, preguntó, ¿será posible tener declaraciones de la perrita, de Sisi? Insisto. Esto se nos va de las manos.