Se fue una semana de vacaciones, pero el programa rodaba con la misma soltura. Frank Blanco es el presentador oficial de 'Zapeando', el que maneja al equipo de colaboradores pero en ningún momento da a entender que es el dueño del cortijo en el sentido en que sí lo hace Jorge Javier Vázquez , que a la misma hora pastorea otro tipo de ganado.

En la cloaca de 'Sálvame' suelen tirar de Paz Padilla , una estricta gobernanta con mascarilla de simpática, para que el gran señor descanse un poquito de su agotadora condena. Hay quien ve 'Sálvame' como un programa de humor. No lo vivo así. Hace mucho tiempo que no veo ese picadero, pero es imposible no mancharse con los lamparones de sangre y veneno que escupen sus reptiles, amaestrados, e insensibles ya, para sus despiadados ataques, por muy circenses que sean, y lo son.

Frente al cansino 'Sálvame', los de 'Zapeando' tienen ingenio hasta para irse de vacaciones los canallas. En la semana de descanso de Frank fueron los colaboradores, todos, los que se sentaron en la silla principal. Y todos lo hicieron bien. Desde Ana Morgade a la última incorporación, Irene Junquera , colaboradora a su vez de 'Jugones', esa barra de bar con serrín en el suelo donde a voces se enfrascan en guerras de fútbol.

Durante la semana la audiencia ha fluctuado según el presentador fuese Quique Peinado, Miki Nadal o Sara Escudero. Parece que Sara hizo los datos de audiencia más bajos, unas décimas menos que sus colegas, siempre en torno a la media del programa. Es baladí ese dato. Escudero tiene un sentido del humor finísimo, una ironía que da mucho juego. Le queda mucho por demostrarnos. Ánimo, equipo.