La periodista Pepa Bueno cree que los medios de comunicación viven un momento complicado, pero "hace falta más periodismo que nunca", y ha trabajado en distintas etapas de su vida profesional en diferentes medios pensando que "no hay nada más importante para mí que lo que hago en ese momento".

Ha "probado" varios géneros y tras una veintena de años en la televisión dejó el año pasado las tareas de edición y presentación de la segunda edición del telediario para dar el "salto" a la radio al espacio "Hoy por hoy" (Cadena SER), donde comparte micrófono con Gemma Nierga.

En una entrevista con EFE habla desde sus maratonianas jornadas laborales hasta de su opinión sobre la situación política, sin dejar de tocar la crisis en los medios.

Pregunta: ¿Cómo es un día en tu vida de lunes a viernes?

Respuesta: El día empieza para mí muy temprano, a las 3 de la madrugada suena el despertador. Hago un desayuno lento y copioso, miro las noticias en el ordenador y me pongo en marcha para llegar a la Cadena SER a las 4 de la madrugada. Hasta las doce estoy en la radio haciendo 'Hoy por Hoy' y después, si no hay ningún compromiso, a casa. Ahí tengo un par de horas para hacer ejercicio, leer, o descansar. Por la tarde, toca vida familiar con mi hija, vuelta a echar un vistazo a la actualidad para ultimar el programa del día siguiente, y pronto, sobre las nueve de la noche, a la cama!

P.- Está claro que la rutina no te puede...

R.- La vida está llena de contradicciones. Yo que he odiado la rutina, ahora con un horario tan extremo ¡la necesito como los bebés!. Por lo menos la rutina de descanso, imprescindible cuando trabajas tan temprano. Aunque, siendo periodista, tengo la ventaja de que un día nunca es igual a otro informativamente.

P.- Te resulta difícil "conciliar"?R.-

En este momento menos. La única ventaja que tiene el madrugón, es que estoy por la tarde en casa, cuando mi hija vuelve del colegio. Estás un poco sonámbula, pero estás.

P.- A lo largo de tantos años en la profesión ¿alguna vez en el trabajo te has sentido discriminada por ser mujer? y/o ¿has tenido que trabajar más que un hombre para estar dónde estas?R.-

He trabajado muchos años en televisión, donde las mujeres sufrimos la tiranía de la imagen de una manera muchísimo más intensa que los hombres. No se dice, no se nombra, pero está. Y tienes que dedicarle más tiempo, lo que al final incrementa tu jornada con respecto a ellos.

P.- Después de pasar por "Gente", "Los Desayunos", "Esta mañana" y el telediario ¿echas de menos trabajar en la televisión?R.-

Estoy muy mal dotada para la nostalgia. En cada etapa de mi vida no hay nada más importante para mí que lo hago en ese momento. Ahora la radio lo llena todo. Antes veía la vida en formato 4/3 o 16/9, tratando de imaginar cualquier cosa a través de la pantalla. Ahora sólo pienso en cómo contarlo a través del micrófono.

P.- No has tenido tiempo para recuperar el aliento, ¿cuál es tu radiografía de la situación actual del periodismo?R.-

Vivimos un momento complicado porque confluyen varias crisis, sobre todo la económica y la tecnológica con la transformación de los soportes. Pero tengo el pleno convencimiento de que hace falta más periodismo que nunca. Porque hay tal abundancia de datos, cifras e imágenes que resulta más imprescindible que nunca la tarea del profesional que contrasta, construye, desvela y cuadra todo ese caudal hasta convertirlo en una información clara y útil.

P.- ¿Cuál es el camino a seguir por los medios de comunicación?R.-

Hacia donde vaya la sociedad. Nuestra suerte corre paralela a la suya. Espero que menos hacia la información-espectáculo y más hacia la información clara y útil. Sean cuales sean los soportes que sobrevivan a esta crisis tremenda, la base del periodismo sigue siendo la misma. Contar lo que ocurre, y contarlo bien, con rigor, con independencia de criterio y con claridad, desvelando lo que está oculto tras las apariencias.

P.- ¿Están destinados a desaparecer medios como los periódicos?R.-

Espero que no! Tendrán que adaptarse. Mira yo empecé en la radio, un medio al que cuando apareció la televisión muchos condenaron a muerte. Y tras 22 años en la tele, vuelvo a la radio y la encuentro más viva que nunca, y lo que es más importante, es el medio que más confianza inspira en este momento según las encuestas.

P.- ¿Ahora, tal y como están las cosas, cualquiera va a poder ser periodista?R.-

Rotundamente no. Cualquiera puede dar cuenta de un hecho, un evento, un suceso, algo que ha ocurrido. Pero para convertir eso en información siempre hará falta un periodista, que es quien pone ese hecho en relación con un contexto, busca las explicaciones o interpela a los poderes públicos. Para hacer periodismo hacen falta periodistas.

P.- ¿Cómo es tu relación con las nuevas tecnologías?R.-

Internet lo uso permanentemente y para todo. Para trabajar, para comprar, para consultar un receta o una crítica, para escribir cartas -he recuperado el placer de la viejas y largas cartas gracias a los 'emails'-, para hablar y ver a mi hija cuando está lejos.

P.- Y metiéndonos en cuestiones políticas, ¿crees que en España los medios de comunicación están politizados?R.-

Más que politizados, tenemos un exceso de trincheras. Pero no sólo en los medios. Los partidos políticos, especialmente los dos grandes, han conseguido penetrar en todos los rincones de la vida en estos años de democracia. Es empobrecedor y lamentable que cualquier debate, cualquier información se interprete o resuelva en un a favor o en contra del PP o el PSOE.

P.- ¿Eso le cansa al lector?R.-

Habrá quien busca información contrastada y diferente para formarse su propia opinión y otros que necesiten más identificarse con una posición determinada. Los periodistas no somos seres colgados del espacio, todos tenemos una mirada sobre las cosas. Pero esa mirada no puede impedir de ninguna manera el ejercicio de la profesión con honestidad. Los hechos son sagrados. La opinión es libre. Creo que los oyentes, los lectores o los espectadores saben lo que buscan en cada sitio.

P.- De lleno en política ¿piensas que es necesario que todo se aclare cuanto antes?R.-

Necesario no, imprescindible. Independientemente de lo que resuelvan los tribunales, el Caso Bárcenas necesita explicaciones políticas claras. Afecta al partido en el Gobierno y hasta ahora sólo hemos tenido una sucesión de declaraciones no apoyadas en ningún documento, evasivas y contradictorias.

P.- ¿Estamos en los momentos más bajos de confianza política?R.-

Pero cómo no, si vivimos una crisis institucional muy seria, y ocurre además en la peor crisis económica en décadas. A quienes trabajamos en los medios nos llegan todos los días historias tremendas que creíamos enterradas para siempre en este país. Niños que van a clase sin desayunar, abuelos que apenas pueden pagar su alquiler o sus medicamentos. Los ciudadanos está asustados y hartos. Y ven a los políticos enredados en sus cuitas. No todos, a mí me parece injusto decir que todos los políticos son iguales, pero me da la sensación de que el hartazgo es tal, que no está el personal para matices.

P.- Por último, ¿los primeros que deben dar ejemplo son los políticos?R.

- Los primeros pero no los únicos. La corrupción por ejemplo, ha afectado de una manera u otra a la mayoría de los partidos, y en todos los países. La diferencia en democracia es la respuesta que se le dé, la claridad y la rapidez con la que se responda, la intolerancia social que se demuestre castigando a los corruptos en las urna.