Presentadora y novelista. Nuria Roca lamenta el cierre de RTVV, donde se labró su carrera profesional. La conocida presentadora critica la RTVV que se estaba realizando y plantea que la liquidación debe enseñar a la sociedad valenciana a no repetir los mismos errores.

Nuria Roca llegó a presentar programas en Canal 9 de rebote en 1992. Mientras estudiaba Arquitectura, acudió al concurso «La sort de cara» de RTVV para ganar un dinero con el que pagarse el viaje de final de carrera. Tras conseguirlo, le ofrecieron realizar un casting para presentar un espacio y hasta la fecha. Los forjados y diseños los cambió por los micrófonos. Desde los inicios de la televisión pública hasta su último programa en 2006, la presentadora condujo «Enhorabona», «Babalaventures», «De nou a la mar», «Colp d´ull», «A la fresca», «Noticies 9», «Hui en dia», «Fem Tele» y multitud de galas y retransmisiones. De la cantera de Canal 9, es una de las profesionales que más carrera ha hecho en televisiones de ámbito estatal. Ahora, es una de las novelistas españolas con más tirón.

¿Con qué sensación se ha quedado tras el anuncio del cierre de RTVV?

La sensación es de tristeza. Primero por el drama personal de cada uno de los trabajadores de la casa y, segundo, por no haber sabido ser capaces de parar esto y llegar a este punto. Creo que hay una gran responsabilidad, prácticamente toda de los políticos, pero también hay que hacer un ejercicio de autocrítica por parte de todos.

¿Cree que la sociedad dio la espalda a RTVV?

Ha sido algo que poco a poco se ha ido deteriorando, en cuanto a la calidad del producto y demanda de lo que quería la gente. Ha ido cayendo la audiencia, eso sí, también ha pasado en todas las televisiones generalistas, y a una autonómica eso le afecta mucho más.

Ha comentado que, «tal vez», los que dicen que RTVV sea inviable tengan razón. ¿No se podían haber dado cuenta antes y haber evitado esa inviabilidad?

He llegado a la conclusión, tras muchos años y tras defender a capa y espada una televisión pública, que realmente tenemos que preguntarnos si la televisión pública tal cual la hemos conocido, no es que no fuera viable, es que tampoco era necesaria. Todos tenemos derecho a una información plural y pública, pero no a la información que se estaba dando en estos últimos años, que se había convertido en un ente al servicio del poder de turno. Y todos los que hemos trabajado allí lo sabemos y lo conocemos y tampoco lo hemos denunciado.

Eso es un poco lo que vienes a decir en un artículo sobre el cierre de Canal 9, que «nunca ha habido libertad de información».

Claro, es cierto que cuando ves cosas que no reflejan realmente lo que pasa en una sociedad acabas desconectando. Es lo que ha pasado con mucha gente, y también con otra que ha conectado porque le contaban lo que quería escuchar. Una televisión de nuestra tierra debe ser una televisión plural, y no tiene que ser una televisión sesgada o partidista en todos los ámbitos. En tiempos de vacas gordas ha sido una merienda de negros.

¿Qué pierden los valencianos con el cierre de RTVV?

Perdemos todos una seña de identidad. Porque Canal 9 ha sido referencia de dos generaciones. 25 años son muchos años, todos tenemos referencias de programas y hemos tenido la posibilidad de escuchar noticias en nuestra lengua, siempre que se ha podido claro. Es un derecho al que tendríamos que optar. Eso sí, yo pienso que se debe revisar, no el derecho, sino la forma. Creo que la forma como se estaba haciendo no era la correcta y la tele no era viable tal cual se estaba gestionando.

Es decir, los cambios no sólo deben ser a nivel informativo, sino de programas...

Claro. No vamos a pensar ahora que la manipulación informativa afecta sólo a Canal 9 porque gobierna el PP. Esta manipulación ha existido en TVE cuando ha estado el PSOE y el PP gobernando. Y en TV3 también pasa. No queramos hacer mártir una cosa sabida por todos.

Para usted, RTVV fue un trampolín en su carrera. Debe darle rabia su final...

Sobre todo porque el cierre de RTVV supone muchas cosas para la sociedad valenciana. No sólo el hecho de que se cierre una empresa, sino el fin de una industria audiovisual que se queda sin futuro. En mi caso, cuando entré en Canal 9 es cuando se está poniendo en marcha y son años de mucha ilusión, de mucha novedad y aprendizaje. Fui a concursar sin haber pisado una televisión y acabé en un casting, sin saber qué era eso (ríe), y al día siguiente ya presentaba un programa. Le debo mucho a Canal 9 y a todos los compañeros que me ayudaron y me enseñaron.

Habla de ilusión. ¿Esa ilusión había desaparecido de Canal 9?

Creo que el cierre de Canal 9 no ha sorprendido a nadie. Es decir, se veía venir, aunque hasta que no ha pasado no te lo crees realmente. No me sorprende porque la realidad de Canal 9 era horrible. La última vez que fui a RTVV a promocionar mi última novela; yo que he conocido esos pasillos llenos de gente y de alegría; vi como no había nadie y estaba todo lleno de carteles de reivindicaciones. Me cayó el alma a los pies.

Tu última participación en Canal 9 fue en 2006 con el «Típic programa». ¿Todavía no le han explicado por qué dejó de emitirse?

Esa manera de funcionar suele ser la de todos los directivos. Pero este grupo de cargos intermedios que han ido alrededor del sol que más calienta ha sido una máxima en Canal 9 desde sus inicios. Un directivos toma una decisión y la toma, tampoco pasa nada.

Tras la decisión del presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, de cerrar de manera unilateral RTVV, ¿ volvería a presentar un acto invitada por la Generalitat?

Creo que no tiene nada que ver, porque cuando presenté el acto, creía y creo que se debe mirar hacia delante. La única solución que tenemos es; primero hacer un ejercicio de autocrítica y de reflexión; segundo, ser conscientes de todos los errores que hemos cometido y superarlos. Seamos del color que seamos. Creo que ya fui muy clara. Sinceramente, la gente que no me conoce que piense lo que quiera. Los que me conocen saben quien soy. La marca Comunitat Valenciana en cuanto a estar orgullosos de nosotros mismos está por tierra. Y esto es una lástima porque aquí hay gente muy profesional, con mucha capacidad y se pueden hacer muchas cosas. Ahora, como no seamos capaces de reflexionar y de pensar que esto no lo volveremos hacer...

Fue la única que en el acto de la «sociedad civil» de Fabra realizó alguna crítica. ¿Considera que el presidente tomó nota?

Espero que hayan tomado nota porque los gobernantes están para tomar nota de los ciudadanos. No están para otra cosa. Deben atender las necesidades y unos políticos que no escuchan a la ciudadanía van muy mal. Hay otros que no y quiero pensar que, de ahora en adelante, se puede tomar nota de muchas cosas. Eso es independiente a la decisión de Canal 9 porque no sé cómo se tomó esta decisión. Pero es cierto que, tal cual estaba gestionada y el estado actual de RTVV era inviable. Es como una fábrica de lavadoras que cierra porque no las vende.

¿Se debe replantear?

Claro, debemos ser conscientes de la realidad en la que vivimos. Duelen muchas decisiones. Ahora, que las formas no son correctas, yo también creo que no lo han sido.