El Gran Wyoming ha prestado su mediática voz a la gente que planta cara a la crisis desde diversos movimientos ciudadanos en el libro "No estamos solos", una suerte de "manual contra el derrotismo" y a pesar de la inquina que genera el comunicador entre quienes le ven como "un personaje público".

"Se meten conmigo para que me calle, porque soy de los pocos que se significan, algo que la gente no hace porque resta ingresos, y eso me ha dado a cambio credibilidad para un sector de la ciudadanía", explica el presentador de "El intermedio" en una entrevista con Efe cuando se le pregunta sobre las informaciones sobre su patrimonio inmobiliario.

"En vez de preocuparse de los pisos de protección oficial que se quitan a los pobres, se preocupan de los pisos que tengo yo, que no soy un hombre de negocios y me gasto mis ingresos en lo que me viene bien", señala, y apunta que le tratan "como si fuera un personaje público", aunque él se considera "un profesional".

Y ahora, aunque dice que solo trabaja "bajo presión de los amigos", se ha metido de lleno en el proyecto "No estamos solos", que en principio fue un documental -dirigido por Pere Joan Ventura y Georgina Cisquella- y que ha fraguado también en un libro que da voz a la gente que "trabaja por un mundo mejor, frente a los que trabajan para que haya uno peor, y que están en las instituciones".

Por "No estamos solos" (Planeta) desfilan los "yayoflautas", los cantaores que protestan por bulerías en las sedes bancarias, el profesor de filosofía jubilado que fabrica pancartas, o el médico de familia que propugna la "insumisión civil" ante los recortes que afectan a la sanidad pública.

Protestan contra un sistema que se está volviendo "insensible al dolor ajeno" y a través del cual "estamos fabricando un mundo de elites", añade el comunicador y cantante, que confiesa haber descubierto en este trabajo una "realidad paralela" que no suele salir en los medios de comunicación.

"Por mi trabajo pensaba que vivía en la realidad, pero yo mismo confundía la información con los datos, como le pasa a mucha gente", ha explicado Wyoming sobre este grupo de personas, cuyo trabajo le ha dejado "descolocado" por su "generosidad y verdad".

Y especial el de Itziar González Virós, una arquitecta que fue concejal y ahora abre su casa a quien lo necesita; la filósofa Marina Garcés, que lucha por derribar el individualismo, y Ada Colau, impulsora de la Plataforma Antidesahucios.

Esta última se ha presentado como candidata a la alcaldía de Barcelona, un paso que Wyoming considera "lógico" después de que la Iniciativa Legislativa Popular (ILP) para la dación en pago en caso de impago de hipotecas fuese "destrozada" en su paso por el Congreso.

"Cuando las barreras institucionales son impenetrables, la vía es hacerse con los estamentos democráticos, y en estos movimientos hay personas de todas las sensibilidades para poner las bases del mundo en que queremos vivir en el futuro", añade.

"En mi caso el único poder que tengo es que puedo hablar todavía y aprovechar un tirón mediático que otros dedican a hacer publicidad, por ejemplo", remacha el conductor de "El intermedio", un espacio que logró su récord histórico de audiencia en octubre pasado, con 3,2 millones de espectadores y el 16,1 % de cuota de pantalla.

Sobre la influencia de las televisiones en el auge de Podemos y Pablo Iglesias Wyoming asegura que "nunca" ha visto "propaganda" en ello.

"Le ponen un micrófono y le preguntan y si cada vez que sale sube, es un problema de los ciudadanos receptores, que no son retrasados mentales, y eso que las preguntas que le hacen a él no se la hacen a Esperanza Aguirre", señala.

"Lo que están pidiendo es que le corten el micro, que es otra cosa", remacha quien se dice "orgulloso" de estar "en el otro lado, aunque según mis ingresos debería ser de la extrema derecha".