El Consejo Estatal del Pueblo Gitano criticó ayer el programa Los Gipsy Kings, que estrenó Cuatro el domingo por la noche, por entender que "afrenta" a esta comunidad al ofrecer una imagen de ella "estereotipada y caricaturesca".

Las entidades que integran la organización sostienen, en una nota de prensa, que la identificación de este tipo de espacios con el término "gitano/a" supone convertir a esta etnia en protagonista u objeto de la comunicación, "siendo por tanto perjudicada en su imagen social".

El Consejo reconoce que los hermanos Salazar, la familia Fernández Navarro o las otras familias protagonistas de este programa son "libres de participar" en cualquier espacio de la televisión. No obstante, advierte de que Los Gipsy Kings supondrá un "grave perjuicio" para la imagen de la comunidad gitana, identificada en la mayor parte de su contenido con el "lujo y el despilfarro", algo que "choca frontalmente con la difícil situación que atraviesan la mayoría de las familias gitanas españolas".

"En definitiva, una imagen estereotipada y caricaturesca que va calando en la sociedad con la amplificación de estos programas que tienen audiencias masivas", denuncia la organización.

En la primera entrega del programa, mientras Los Chunguitos aprovechaban una barbacoa familiar en la casa de su mánager para empezar el año de celebración de su 40º aniversario en la música, en Palma de Mallorca los Fernández esperaban la llegada de El Charro, el patriarca de la familia encargado de poner orden en la casa de los líos.

Por su parte, en Plasencia era día de mercadillo y La Rebe se preparaba siguiendo su propio ritual: con una larga sesión de sueño seguida de una no menos larga sesión de maquillaje y estilismo.

Al sur de España, en el Sacromonte granadino, Salvadora Maya, la matriarca de la familia, ultimaba la histórica renovación de La Cueva de La Rocío, una transformación que pondrá firmes al personal del tablao y a sus cuatro hijos.