No hay evento deportivo que emita Mediaset en el que no esté Manu Carreño. Es su cara visible desde hace casi una década, aunque en los últimos tiempos ha compaginado la pequeña pantalla con la radio, un medio en cuya programación cree que la información política "gana por goleada" a la deportiva.

Tras su paso por la Cadena SER al frente del mítico "Carrusel Deportivo" durante tres temporadas, el periodista vallisoletano regresa a la radio de la mano de la COPE para colaborar en algunos de los espacio deportivos de la emisora, y así se quita "el mono de la radio y mata el gusanillo".

En una entrevista con EFE, Carreño (1969) rechaza la imagen de "estrella" de los periodistas deportivos y reconoce que "Los Manolos", el programa que presenta diariamente en Cuatro desde hace nueve años junto a Manolo Lama, no hubiera tenido "ni la mitad de éxito" si no llega a coincidir "con la mejor década de la historia del deporte español".

-Vuelves a la radio, ¿la echabas de menos?

-Sí, la radio siempre me ha tirado y, después de casi una temporada sin hacer radio, pues está bien. Es bastante más relajado que lo que hacía en la SER, muchas menos horas, una colaboración más puntual, juntarnos un poco todos los que estamos en la tele más los que están en la COPE, estar con tus amigos y volver a hacer un poco de radio... Una vez terminada la etapa de la SER, me quito un poco el mono de la radio y mato el gusanillo.

-No pudo compaginar su trabajo en Mediaset y en Prisa. ¿Le costó elegir entre radio o televisión?

-Era una situación que no se podía alargar mucho. Cuando llego a la Cadena SER, en Mediaset teníamos muy pocos eventos deportivos, pero después, entre mundiales, eurocopas, Europa League, últimas jornadas de Liga... Hubo muchos acontecimientos y es muy difícil estar en dos sitios a la vez con dedicación plena.

Era cuestión de intentar estar en un sitio centrado y no con tantas coincidencias de eventos que afectaran a los dos sitios. Y es verdad que, antes de llegar a la SER, yo ya estaba en Mediaset, tenía un compromiso profesional más allá de lo que es la pura presentación y, aunque en la SER también los había, fueron posteriores. Por eso decidí seguir en Mediaset, pero guardo mucho cariño de los tres años de "Carrusel Deportivo".

-"Los Manolos" lleva 9 años en parrilla. Una hora de deportes, más de lo que dura un informativo. ¿Ha influido el programa a la hora de hacer periodismo deportivo en la televisión?

-No creo que haya cambiado el periodismo deportivo, aunque es una nueva manera de contar el deporte. Siempre era un presentador en un bloque corto dentro del telediario, y nosotros nos independizamos y apostamos por competir en un horario en el que siempre ha habido información convencional (...)

Ha sido una manera y un estilo diferente de contarlo y darle bastantes más minutos a algo que tiene mucha demanda en España, que es la información deportiva. Tenemos una audiencia fiel, que come todos los días con nosotros y busca nuestra ventana, porque sabe que somos los que más minutos dedicamos al deporte.

-¿Qué radiografía hace del periodismo deportivo en España?

-El periodismo de siempre se ha diversificado mucho. Antes era un periodismo deportivo que vivía sólo del rigor, de la crítica, de la investigación, y ahora eso sigue existiendo pero en menor medida. Han aumentado mucho más otras cosas como el cachondeo, el buen rollo, los debates donde hablan 20 a la vez...

Antes el enfoque era único y ahora hay muchos más y el espectador sabe donde busca una tertulia para pasar el rato sin más y donde busca un programa en el que además de entretenerte te informan. Sabe a que botón del mando darle en cada momento.

-Cada vez hay más periodismo de bufanda. ¿Dónde está el límite entre periodista e hincha?

-Eso lo decide cada periodista. Es verdad que hay periodistas que se han mostrado públicamente como seguidores de un equipo determinado, y no creo que engañen a nadie, porque el público ya sabe lo que le está vendiendo. Es un periodismo que va de cara, puede estar mejor o pero valorado, ahí ya no entro.

Luego hay un periodismo de bufanda que está camuflado y no te va de frente y que a lo mejor responde a otros intereses ocultos o a unos favores de tal presidente o tal jugador. Eso también es periodismo de bufanda, pero no se muestra públicamente.

-¿El periodismo deportivo recibe presiones como el político?

-Yo llevo ya unos años y nunca jamás ninguno de mis jefes me dijo qué tenía o no que decir. ¿Que hay presiones? Pues sí, supongo que en todos los sitios las hay, pero afortunadamente puedo presumir de haber tenido unos jefes que siempre me han dado la libertad, con mis errores y mis aciertos, de contar lo que creía que tenía que contar y cómo creía que tenía que contarlo.

-Los carruseles deportivos parecen el opio del pueblo, se comen cualquier programa informativo o de tertulia. ¿Hay una saturación de programación deportiva?

-Creo que no. Si contamos las horas que ocupa el deporte en una radio sumando las 24 horas al día que hay en una emisora, creo que hay espacios que consumen más que el deporte, aunque es verdad que los fines de semana hay más protagonismo para el deporte.

Pero la semana tiene 7 días, y los días 24 horas, y entre semana hay una hora y media generalmente a medianoche, otro rato a mediodía y otro por la tarde. Y en cambio, hay programas de música que ocupan muchas horas y, por supuesto, hay información, debate, mucha tertulia política todos los días. Creo que ganan por goleada, y creo que debe ser así, porque es mucho más importante eso para un país que no el partido de turno.

-¿Considera que el hecho de salir en televisión hace que los periodistas deportivos sean ahora más estrellas que antes?

-No, no me considero ninguna estrella. Nuestros años de "Los Manolos" han coincidido con la mejor década probablemente de la historia del deporte español.

Si a lo mejor haciendo este mismo programa, España no gana eurocopas, ni gana el Mundial, ni aparece Rafa Nadal, ni Fernando Alonso, ni las chicas del balonmano, ni Mireia Belmonte, creo que no hubiéramos tenido ni la mitad de continuidad, de éxito, llámalo como quieras. Y lo ha hecho en unos años en los que España ha tenido graves problemas económicos, sociales, y de repente la gente ha dicho: "Mira, en esto al menos somos buenos".

A todo eso se le añade una apuesta de minutos y de continuidad a mediodía. Salió bien, pero tiene mucho que ver, no con que los periodistas nos hayamos convertido en estrellas, que desde luego creo que no es así, sino que las estrellas son efectivamente de las que hablamos todos los días y son a las que quiere ver la gente.

-¿Cómo han cambiado las redes sociales el periodismo deportivo?

-Lo ha cambiado en cuanto a que ahora nos mezclamos un poco más todos, los periodistas, los que nos ven, nos oyen. Tienen una forma mucho más fácil de acercarse a los que siempre parecían más inaccesibles por ser periodistas. Eso me parece bien, pero creo que hay que seguir marcando los límites que separan a los periodistas y a los que consumen la información, porque no puede hacer un periódico ni tele todo el mundo, como tampoco todos podemos ser arquitectos o médicos.