La cantante Edurne, representante de España en Eurovisión, cambió ayer uno de sus vestidos en el segundo ensayo de Amanecer y actuará en la segunda mitad de la final que se celebra el sábado en Viena.

El ensayo de ayer incidió en la teatralidad, la coreografía y el ambiente épico que ya destacó en la primera puesta en escena el pasado domingo. Edurne repitió con el vestido largo rojo con capucha y capa, del que se desprendió a mitad de la canción para acabar con uno dorado largo, distinto al corto con transparencias del primer ensayo el pasado domingo.

Esta segunda opción, creada también por el modisto José Fuentes, es un diseño sin mangas, con cuello halter y falda larga con abertura a la derecha, y tiene un peso de cinco kilos, según informó Radio Televisión Española. La artista repitió también con unas sandalias de tipo gladiador, así como con el mismo peinado con una melena suelta.

"Estoy muy feliz y contenta con este segundo ensayo, que ha sido mejor que el primero. Por supuesto tenemos que afinar algunas cosas, pero estoy feliz", explicó la madrileña en la rueda de prensa.

Tras el ensayo de ayer, Edurne eligió de un bombo en qué posición de la final cantaría y la suerte deparó que sea en la segunda mitad del certamen, algo que fue recibido con aplausos entre los eurofans.

Actuar en el tramo final del certamen es considerado positivo porque los votantes que eligen al ganador recuerdan mejor las últimas canciones.