Matías Prats (Madrid, 1950) lleva más de 40 años siendo uno de los periodistas y presentadores más populares de la pequeña pantalla, pero que esta semana le hayan dado el Premio Nacional de Televisión 2017 lo atribuye a una mezcla de suerte y de "supervivencia", dice en una entrevista con Efe.

El ministerio de Educación, Cultura y Deporte otorgó este miércoles a Matías Prats Luque el premio, dotado con 30.0000 euros, en atención a la "excepcional" trayectoria, "versatilidad" y "creatividad y cercanía" del comunicador, que ha hecho su carrera en TVE y Antena 3.

"Todavía no he salido de la estupefacción, de la gran sorpresa de que me haya llamado personalmente el ministro para decirme que había ganado un premio al que jamás pensé que sería candidato, porque es para personas que han hecho cosas valiosas y yo no tengo nada en especial. Lo único que puedo aportar es la supervivencia en el medio", asegura el periodista.

Ha vivido, dice, "mucho" y ha contado "muchas cosas a muchas generaciones", pero, sin duda, el "factor fortuna" de estar en "el sitio más adecuado" y de procurar hacer su trabajo con "rigor, honestidad e imparcialidad" ha sido también clave en su éxito.

"Fueron 23 años en el medio publico -TVE- donde gocé de muchos momentos muy buenos, de programas de alcance en informativos y deportes, que me dieron una buena base, un buen conocimiento y veteranía. Mi paso a la privada -en 1998- me ha aportado la experiencia de estar en una gran plataforma", señala.

En su opinión, hay grandes profesionales en muchos medios en España pero "si no estás en una gran cadena no puedes aspirar a los reconocimientos" y él siempre ha tenido "una audiencia millonaria" porque ha sido la voz y el rostro de eventos como el Mundial, la Champions, los Juegos Olímpicos o la proclamación de Juan Carlos I y de Felipe VI.

Nadie le ha descrito nunca "técnicamente" su voz, a qué obedece ese tono que le hace reconocible en cualquier sitio: "Es una herramienta fantástica para mi trabajo, un plus, pero es genética, no he hecho nada por ella y no me he cuidado especialmente", desvela.

Problemas de salud

A finales de 2015 sufrió varios desprendimientos de retina, que le tuvieron meses "boca abajo" y pensando que ya no volvería a hacer televisión.

"Fue bastante duro. Pensé que aquello me había apartado de mi trabajo y siempre había tenido la ilusión de hacerlo por mi propio pie, no así de abruptamente", rememora.

Superado aquel problema, ahora sigue trabajando con "mucha ilusión" y "nada cansado" aunque lejos de la experiencia de su padre, Matías Prats (1913-2004).

"Él fue más estajanovista que yo. Él vivía más para trabajar y yo para vivir. Tengo la responsabilidad de cumplir con mi cometido, pero es otra cosa", asegura.

No sabe aún qué va a hacer con los 30.000 euros del premio pero lo que es seguro, anuncia, es que lo celebrará con su equipo, "gente estupenda toda" que no para de preguntarle que "cuándo va a ser eso", añade riéndose.