Carlos Sobera aterrizó hace más de uno año en Mediaset para ponerse a los mandos de 'First Dates', un programa destinado a encontrar, o por lo menos intentarlo, el amor verdadero. Durante este periodo, muchas parejas han pasado por el restaurante de Sobera, con más o menos suerte, pero el mayor éxito del programa ha sido fomentar la normalización de relaciones entre diferentes tipos de parejas más allá de las heterosexuales.

Por todo ello, el espacio ha dejado citas breves, intensas, románticas e incluso cómicas. El humor trata de ser la nota dominante del programa y ha regalado momentos de todos los colores. Repasemos cuáles han sido los instantes más sorprendentes.

La cita que conquistó a la audiencia

La cita entre Florencio y Matilde no fue una cita más. El programa suele reunir a personas jóvenes y de media edad. Sin embargo, en esta ocasión, en la mesa se sentaron un hombre de 83 años y una mujer de 77. Ambos eran viudos y residían en la provincia de Badajoz, pero les separaba 94 km, un hecho que preocupaba a Matilde. El amor no triunfó, pero ambos quedaron como amigos.

El día que Pinocho visitó el programa

Miguel Ángel, un hombre de 39 años, acudió al espacio para conocer a Gemma, pero no acudió solo. Durante el encuentro, ambos comensales comenzaron a mostrar sus tatuajes. No obstante, Miguel Ángel contaba con un Pinocho dibujado en su zona intima. A Gemma no parece que le gustasen mucho las mentiras, ya que decidieron terminar como amigos.

Cuando la cita está de que no

Cuando algo comienza mal, difícilmente termina bien. Es lo que les ocurrió a Armando y Judit. La mujer comenzó el programa preguntando si podían cambiar a su pretendiente por el comensal de la mesa de al lado. Mala señal. Pero es que a Armando no le gustaban las mujeres con tatuajes, y le sentaron con una con un rostro tatuado en el brazo. La cita no fluyó y, de hecho, no terminó muy amistosamente.

La despedida más soez

Laura y Luca tampoco conectaron desde el comienzo de su cita. Ella demostró ser una chica un tanto peculiar desde el principio y llegó a calificar a su pretendiente como un 'golfo'. Él, bastante cansado de la mujer, no le faltó al respeto en ningún momento pero afirmó que no tendría una segunda cita. La mujer, aparentemente ofendida, se despidió con un contundente "con Dios, y a chuparla a Parla".

Citas insoportables

El programa también ha dejado patente en alguna ocasión que en este mundo tiene que haber de todo. El encuentro entre Lorena y Santiago es un claro ejemplo de ello. La mujer tuvo que soportar los cansinos comentarios del hombre, que llegó a soltar 'joyitas' del estilo de ''se prohíben los toros pero no el Día del Orgullo Gay''. Para rematar la faena, llamó 'maricón' a otro comensal, algo que terminó por incomodar, más de lo que ya estaba, a la pobre mujer. Como era de esperar, la cita no fue a nada más.