La actriz madrileña, de 50 años, suma nuevos trabajos en dos frentes. En el cine -donde recibió un Goya por 'Mar adentro'-, protagoniza la comedia negra 'La noche que mi madre mató a mi padre'. En televisión, 'B&B, de boca en boca', sobre la redacción de una revista de actualidad, sigue la estela de 'Los Serrano' o 'Periodistas'.

¿La persiguen los papeles de reportera?

Sí, pero han pasado muchos años desde Periodistas y todo es distinto. Se incorporan nuevas generaciones con tecnologías ultramodernas. Lo bueno es la rapidez en el intercambio de contenidos, y lo malo, que los jóvenes tienen tal aluvión de estímulos que les cuesta centrar la atención más de tres minutos.

Si no hubiera sido actriz...

¿Sería periodista? Pues sí, pero me parece una profesión muy difícil y poco reconocida socialmente, quizá por el descrédito de algunos que la ejercen. Pero su capacidad para la denuncia es incuestionable.

¿La mayoría de las series españolas sobre la sociedad actual están cortadas por el mismo patrón?

Aunque se busca el entretenimiento y mezclan comedia con drama, creo que hay distintos puntos de vista. En B&B mi personaje se enfrenta a una grave enfermedad. Y hay diálogos muy críticos con la situación del país.

Pero siempre hay jóvenes rebeldes, abuelos encantadores y cuarentones estresados...

Como la vida misma (risas). Hay que intentar llegar a todos; nos jugamos las lentejas.

¿Qué es lo mejor y lo peor de la actual edad de oro de estas series?

Lo peor, la batalla de cada día; que las cadenas nos hagan competir unas contra otras. Lo mejor, que somos capaces de hacer lo mismo que americanos o ingleses en menos tiempo y más barato. La creatividad sustituye al dinero. Aquí hacemos muchas cosas bien aunque no se entere nadie.

¿Por ejemplo?

Somos uno de los países del mundo con más lugares declarados reserva de la biosfera. ¿Cómo es posible que eso no se utilice para atraer al turismo, en especial al ecologista?

¿Está el país desganado?

La energía está ahí, pero a menudo piensas que para qué tanto esfuerzo. Te lo ponen todo tan difícil y, claro, los chavales lo notan. Eso es lo peor. Me entristece cuando escucho hablar de la "generación perdida"

¿Cómo se lucha contra ese hastío?

Estando informado de modo veraz por medios que no respondan a intereses políticos o económicos. El derecho a estar bien informado es esencial, sobre todo aquí que todos sabemos de todo. Y con humor. Como dice Darín: "Si tuvierais una crisis cada diez años como los argentinos, ya haríais chistes".

¿Qué le perturba?

Como a todos, fundamentalmente la falta de trabajo. En mi profesión está siendo sangrante. En el cine, cada vez se producen menos películas, y eso que hay una nueva hornada de cineastas excelente.

¿Cómo desconecta?

A veces, en casa, hasta que escucho la llamada de la selva de alguna de mis hijas, para que les eche una mano. Si quiero tranquilidad, practico deporte al aire libre. Salgo en bicicleta, por ejemplo. Y también me gusta muchísimo esquiar.