Bryan Cranston, protagonista de Breaking Bad, sigue teniendo muy presente la serie que arrasó en AMC. Tal es así que el actor que dio vida al temible Heisenberg no pudo contener las lágrimas al recordar una de las escenas más impactantes de la serie.

El pasado miércoles, el actor que dio vida a Walter White en la mítica Breaking Bad acudió al programa Inside the Actors Studio, presentado por James Lipton. Durante una extensa entrevista el intérprete recordó su paso por la exitosa ficción y repasó algunos de sus momentos más destacados.

Lipton sorpendió a Cranston con una de las secuencias más impactantes y, en su momento, importantes de la serie. Se trata de una escena del penúltimo capítlo de la segunda temporada en la que Walter acude a casa de su compinche Jesse Pinkman (Aaron Paul) y le encuentra, junto a su novia Jane (Krysten Ritter), tirado en la cama después de consumir droga. En ese momento la joven, que ha arrastrado de nuevo a Jesse al mundo de la droga, comienza a toser y a vomitar y, en lugar de socorrerla, Walter la deja morir ahogada por su propio vómito en la cama al lado de Jesse sin hacer absolutamente nada.

El actor comentó la escena con los espectadores: "(Walter) escucha cómo (Jane) empieza a toser e inmediatamente se acerca a ella, es instintivo".

"Antes de intentar salvarla, se para un momento y piensa: 'Es una yonki. Ha enganchado a Jesse a la heroína... Lo va a matar. Es mejor si no hago nada, pero no es más que una cría, e incluso podría ser mi hija'. Y entonces vi la cara de mi hija en su lugar. No quería hacer eso, no estaba planeado", continuó.

Fue en ese preciso momento cuando el actor se rompió y comenzó a llorar. "Supongo que es por eso que cerré los ojos", afirmó el actor, que sin duda fue una de las escenas más duras que tuvo que grabar en Breaking Bad.