Las protagonistas de ‘Las chicas del cable’, la primera serie original española producida para Netflix y centrada en cuatro mujeres que buscan emanciparse en la España de los años 20, acudieron a Berlín, unidas como en la ficción, para presentar esta nueva producción que se estrenará el 28 de abril.

La historia arranca en 1928, cuando las cuatro protagonistas comienzan a trabajar como operadoras en la sede central de la compañía telefónica nacional, el único lugar que representa el progreso, la modernidad y una posibilidad de independizarse.

El personaje central, Lidia, y sus compañeras, Carlota, Marga y Ángeles, conforman un grupo de mujeres, "cada una en una situación distinta", que intentan y consiguen, unidas, "romper con sus cadenas" desde el punto de vista emocional, sexual y profesional, señaló el productor, Ramón Campos.

Según la actriz Blanca Suárez, que encarna al personaje central, estas cuatro mujeres, con vidas "totalmente diferentes y que cada una trae "su propia maleta", se conocen "prácticamente por casualidad" y "se unen".

De su personaje, Lidia, explicó que carga con una "mochila emocional" bastante grande y que no espera ni pretende hacer amigas, pero conoce a "estas tres maravillosas chicas y hace piña, hace un grupo con ellas y se vuelven familia".

Para Maggie Civantos, Ángeles en la serie, la revolución tecnológica se vivió entonces como "una liberación" -a diferencia de hoy, que puede suponer una facilidad al tiempo que una "esclavitud", opinó- porque supuso la posibilidad para la mujer de incorporarse al trabajo y de ser independiente.

La actriz indicó que es mucho más fácil para las mujeres ser independientes, aunque siguen "necesitando la unión" porque "la unión hace la fuerza" y en esa época "se necesitaba más que nunca".

"Me parece muy bonito que a través de la amistad se hacen fuertes", declaró respecto a las protagonistas de la serie, en la que su personaje "crece" a través de sus compañeras.

Ángeles, reveló, es "aparentemente más débil", pero esa debilidad "es falsa" porque "es una mujer que busca ser libre, que busca ser independiente y lo hace desde una fragilidad que es compatible con ser fuerte".

"Ser sensible no significa no ser fuerte. Es el caso de Ángeles. Ella descubre su fortaleza y lo hace a través de sus compañeras", subrayó.

La actriz Nadia de Santiago señaló de su personaje, Marga, que "aporta algún toque de humor" porque viene de un pueblo "muy chiquitito" y, aunque ha trabajado de telefonista antes, "para ella todo es nuevo", "todo le desborda, en el buen sentido" y "va aprendiendo poquito a poco a crecer".

Por su parte, Ana Fernández explora con su personaje de Carlota un universo distinto como mujer que descubre el amor desde distintos prismas, el amor profundo, el poder amar a una persona y no a un hombre o a una mujer.

Precisó que a las cuatro protagonistas "les pasan cosas reales" y la serie trata "problemas absolutamente reales" de los años 20, 30, 40 y de la actualidad.

Campos reveló que una de las inspiraciones para crear la serie fueron las películas de Alfred Hitchcock y "esos personajes que al principio son un poco controvertidos" y de los que poco a poco uno se va "enamorando".

"Sí que el tronco central de la serie, el que guía la serie, en un principio es esa trama de misterio, esa trama un poquito más controvertida del personaje de Blanca. Pero poco a poco se va abriendo como un árbol y las ramas acaban cubriendo la serie, y no es la única trama que hay al final", avanzó.

Esa manera de ser del personaje que encarna Suárez y que la convierte en una "heroína oscura", "lejos de diluirse, crece más" en la segunda temporada de la serie, que ya se está preparando, reveló la productora Teresa Fernández-Valdés.

Según la productora, Netflix ha apostado por la figura femenina en sus series y, en este sentido, "Las chicas del cable" profundiza aún más en los sentimientos y las relaciones humanas, lo que atrae a un público especial.

Aunque no es una serie enfocada exclusivamente al público femenino, al mostrar mujeres "fuertes", "cañeras" y "valientes", sí que puede atraer a unos espectadores todavía no tan conectados a la plataforma Netflix, afirmó.

Algo que "cambia efectivamente el universo Netflix", agrego, es que la serie no se dirige sólo a un público español, sino a toda Latinoamérica y al mundo entero.

"Cada país tiene sus circunstancias y cada país precisamente reconocerá en la serie dificultades que las mujeres tienen aún a día de hoy, y cada país posiblemente conectará más con uno u otro personaje por ello", señaló.

‘Las chicas del cable’ cuenta en su primera temporada con ocho capítulos de unos 45 a 50 minutos.