La Orquesta de Cámara Galega regresa a las nueve de la noche al teatro Colón para celebrar su decimoctavo aniversario. Lo hará con Pacho Flores como solista, uno de los mejores trompetistas del planeta y miembro de la prestigiosa Orquesta Sinfónica Simón Bolívar.

-Dice que la trompeta será el instrumento del siglo XXI.

-Es muy bonito tener la capacidad de ver al instrumento no solo como trompeta, sino como voz. Es muy innovador este concierto al poder ofrecer muchos colores y matices con obras que ni siquiera son para trompeta. Por ejemplo, Soledad, que es un tango compuesto para una obra de teatro juvenil. Originalmente no tenía solista, sino una melodía repartida en todos los instrumentos de la orquesta.

-Incluso incluye obras de Händel y Bach en el disco, ¿qué supusieron esos arreglos?

-Un reto, para mí una buena ficha fue contar con Efraín Oscher. Me conoce muy bien. Lo llamo 'mi compositor de cabecera', porque sabe adaptar la música a mi estilo y conoce perfectamente las posibilidades de la trompeta.

-¿Qué siente al compartir compañía con Plácido Domingo o Richard Galliano en la Deutsche Grammophone?

-Estar en la Grammophone es una luna de miel. Aún me estoy adaptando y conociendo ese mundo, no he tenido la oportunidad de asentarme. Antes de Cantar, grabé un disco con el tenor mexicano Rolando Villazón y eso llevó a otras conexiones. A la semana siguiente de mi disco pude hacer lo mismo junto al compositor Karl Jenkinns, que es muy global y abarca elementos nacionalistas de muchos países.

-¿Cómo organizó este concierto con la Orquesta de Cámara?

-Ya nos caímos bien por teléfono. Existe un gran respeto y pasión por la música, cuando hay eso, todo fluye. Para mí representa un gran reto tocar con amigos que son excelentes músicos.

-¿Realiza master class en los conservatorios cada vez que va a una ciudad a actuar?

-Para mí es como un compromiso. Un artista tiene que morir vacío, debemos transmitir a las generaciones nuevas. No puedo hacer caso omiso ante todas las oportunidades y regalos que he recibido en la vida. Es necesario retribuir. De donde yo vengo, el Sistema Nacional de Orquestas Venezolano, tenemos esos valores inculcados. A los catorce o quince años, ya estamos enseñando lo que sabemos a los de ocho años.

-¿Qué metas se pone en el futuro más próximo?

-Las pongo muy altas, casi hasta niveles ridículos. A mis chicos les digo que piensen en las estrellas para poder llegar hasta la luna.