La cantante y compositora malagueña Diana Navarro llegará a FNAC el 20 de junio en una cita incluida dentro de la gira de promoción de su último álbum Resiliencia. La artista firmará discos y ofrecerá un concierto en formato acústico a partir de las 19.30 horas.

-En este disco se vuelve a inspirar en géneros tradicionales como el cuplé o la zarzuela, pero dándoles un toque electrónico.

-Sí, yo vengo de la copla, el cuplé, la zarzuela... Esa manera de cantar música tradicional es como mi sello de identidad, pero el concepto musical es más electrónico, de investigación de diferentes estilos. Es como una propuesta de libertad creativa, pero sin llegar a perder mi esencia tradicional.

-Este toque electrónico, ¿envolverá todos los temas del repertorio que incluya en los conciertos o solo los de este disco?

-El directo será el disco Resiliencia entero y habrá un recuerdo a los temas más emblemáticos de los otros trabajos, pero digamos que haremos una revisión al arreglo antiguo para que esté más actualizado y acorde con lo que estamos ofreciendo ahora.

-Ha elegido el título Resiliencia para su último álbum, un término que hace referencia a la capacidad de superación de algo traumático. ¿Resume esto los tres años que ha pasado creándolo?

-Sí, Resiliencia resume la temática de los trece temas que componen este trabajo. Descubrí la palabra en 2010, porque en 2009 inicié un camino de crecimiento personal al darme cuenta de que no era feliz con la vida que tenía. Decidí, mediante la psicología, las terapias alternativas y la meditación, llegar a lo más profundo de mi ser para saber quién era yo y hacia dónde quería ir. Toda la experiencia vivida en primera, segunda y tercera persona, la he plasmado en estos trece temas.

-¿La música es una especie de catarsis para usted?

-Para mí, la música siempre ha sido sanadora y terapéutica. Al vivir esa experiencia y querer compartirla con la gente que me sigue, también pretende ser una catarsis para el que lo escuche, y, si es posible, que se sienta mejor y le guste esta propuesta.

-¿Puede llegar a resultar difícil desnudar los sentimientos ante el público?

-Yo le debo muchísimo respeto al público y no sé mostrar verdades a medias o mentiras. Por eso he tardado tanto en hacer este disco, no quería hacer un trabajo por rellenar en la carrera, necesitaba hacer un trabajo que fuese absolutamente honesto con mis sentimientos y mi manera de crear, y ha merecido la pena ese riesgo de desnudarme ante en público, porque son los que me permiten estar aquí.

-Aunque antes había compuesto canciones en sus discos, esta es la primera vez que lo ha hecho sola.

-Siempre éramos un equipo de trabajo, y ahora he podido tomar las riendas de mi carrera y mi vida. He presentado esta Resiliencia, también con un equipo de trabajo formado por Iñaki García, Carlos Vera, Paco Salazar y Bori Alarcón. He compuesto canciones como Olivia Ovidia con Antonio Martínez Ares, o Haz conmigo lo que quieras con José Manuel Navarro, pero todas las melodías, armonías y letras en su mayoría son mías.

-¿Contribuye esto a dotar de un toque más intimista a las trece canciones?

-Sobre todo, a darme cuenta de que yo tenía una propuesta mejor o peor, pero era mía y era perfectamente válida; yo tenía una necesidad de expresarla mediante las canciones y, gracias a Dios, el público me ha dado la razón y les gusta lo que estoy haciendo.

-¿Es un reto apostar por un estilo de música tradicional como la copla en la actualidad?

-Es un reto constante porque vas a contracorriente. Las radiofórmulas, en su mayoría, no apoyan músicas que salgan del canon pop. Es difícil, pero a toda la gente que me apoya le estoy eternamente agradecida. Al final, es para unos pocos, pero esos pocos son seguros.

-¿Este tipo de géneros musicales obligan a los artistas a reinventarse más que otros?

-A mí me gusta mucho la investigación musical. Yo siempre hablo del amor, el desamor y la denuncia y, aunque estoy en una búsqueda constante para no repetirme, puede llegar a resultar difícil a veces.

-Ha actuado en ciudades como Londres, París o Nueva York. ¿Hay diferencias entre la recepción de su música en el extranjero y en España?

-Para mí fue impresionante porque ahí me di cuenta de que la música es un lenguaje universal, da igual que no entiendan lo que estás diciendo. Creo que están más acostumbrados a todas las artes en general. En España nos falta que en la televisión se apoye un poco más la cultura, necesaria para el desarrollo intelectual y emocional.