Ha pasado un año desde que la Orquesta Sinfónica de Galicia optara por convertir la plaza de María Pita en un escenario intergaláctico durante su actuación en las pasadas fiestas estivales de la ciudad. Los espectadores, que en aquella ocasión pudieron presenciar la irrupción en escena de algunos de los personajes más emblemáticos de la saga Star Wars al ritmo de la famosa Marcha Imperial de John Williams, podrán disfrutar este año de la fusión del sonido de la Sinfónica con las melodías nórdicas de la cantante noruega Ane Brun en un concierto que comenzará esta tarde a las 20.30 horas. En el repertorio de la artista se incluirá la ópera Dido y Eneas de Purcell y la canción Alfonsina y el mar.

-¿Cómo ha sido su primer contacto con la Sinfónica?

-Muy bueno, creo que la Orquesta Sinfónica trabaja muy bien, tenemos buena química. El concierto estará genial.

-Esta será la primera vez que presente este espectáculo en Galicia, pero ya lo ha llevado antes a los países nórdicos. ¿Cómo ha sido la recepción allí?

-Por allí ha ido muy bien, el espectáculo ha tenido un gran éxito.

-¿Cuáles son los mejores ingredientes de un espectáculo como este con respecto a otros que haya hecho anteriormente?

-Normalmente giro con una banda o en solitario con mi guitarra, pero en mis discos hay mucha presencia de cuerdas, por ejemplo, y es bueno el poder utilizar esos arreglos y ampliarlos para aprovechar todo el potencial que tiene una orquesta. Además, generalmente no puedes girar con una orquesta, porque es muy caro, así que está bien poder hacerlo de vez en cuando. Actuar con ellas lo hace todo mucho más llamativo, la música siempre adquiere otro color. El reto es hacerlo íntimo al mismo tiempo.

-Habiendo girado con orquestas, con banda, en solitario e incluso con cuartetos de cuerda, ¿en qué perfil sonoro se siente más cómoda?

-Con todo, la verdad. Lo que haré hoy es quizás lo más difícil, necesito centrarme mucho, porque no puedo improvisar, la orquesta tampoco puede hacerlo. Me encanta tocar con mi banda, y también en solitario porque hay una atmósfera diferente, pero para mí lo bueno es tener la oportunidad de cambiar, así no me canso.

-Antes de publicar su último trabajo discográfico, When I'm Free, pasó un tiempo sin componer ni subirse a los escenarios. ¿Cambió ese periodo su manera de concebir la música y la vida?

-Tuve una especie de descanso de todo, porque estuve enferma en 2012. Luego tuve que empezar de nuevo, de algún modo, pero creo que esto es positivo, porque adquieres nuevos pensamientos e ideas, es difícil de explicar.

-El proceso por el cual dio forma a este álbum, ¿cambió completamente con respecto a los anteriores, o mantuvo ciertos rituales a la hora de trabajar?

-Fue diferente. Trabajé mucho el ritmo, incluso cuando comencé a componer los temas, y esto es algo que no había hecho anteriormente. Normalmente compongo canciones con la guitarra o el piano, así que fue una forma diferente de hacer música.

-Entre las canciones que surgieron de ese proceso se encuentra Better than this, sobre la dificultad del ser humano para aprender de la historia. ¿Considera que esta problemática es algo constante o adquiere más presencia en la actualidad?

-Creo que es algo que siempre ha pasado, pero ahora sabemos tantas cosas que es más raro que no aprendamos. Tenemos datos sobre el cambio climático, por ejemplo, y sabemos que vamos por el mal camino, pero no parece que sepamos enmendar esta situación. Aunque sintamos que las cosas deberían hacerse mejor, es duro para nosotros dar el paso.

-¿Cuál considera que es el motivo de esta pasividad?

-Creo que está en nuestra naturaleza, desafortunadamente. Es difícil para nosotros tener esa capacidad de pensar a tan largo plazo. Creo que podríamos hacer algo si todos nosotros atravesáramos un proceso, pero cuesta mucho tiempo y esfuerzo hacer que todo el mundo se implique. Por ejemplo, con respecto al cambio climático, estaría bien que todos nos mentalizáramos de cuáles son sus consecuencias, de esa forma la gente actuaría. Es como un diagnóstico que realmente no queremos entender.

-¿Qué le inspira a la hora de componer temas?

-Más que nada, relaciones emocionales, o quizás situaciones misteriosas que no entiendo. Escribo poesía para intentar entender el porqué de algunas cosas, para encontrar el camino.

-La primera canción que compuso decidió escribirla en español. ¿Qué fue lo que le atrajo de este idioma?

-Cuando tenía 16 años empecé a aprender español en la escuela y me encanta. Lo aprendí con música; escuchaba a Mercedes Sosa, leía las letras que cantaba y de esa forma aprendí mucho. Al dejar la escuela fui a Barcelona y viví allí un año, y estudiaba literatura española y latinoamericana. Cuando tenía unos veinticinco años hablaba perfectamente español.

-¿Con qué proyectos cuenta para los próximos meses?

-Me quedan seis conciertos este año: cuatro en los Países Bajos y Bélgica y dos en Suecia. Después, me dedicaré a escribir en Suecia. He viajado mucho, y tengo ganas de estar en casa.