La crisis personal de un profesional de un medio de comunicación en paro dio lugar a un peculiar universo de robots realizados con materiales reciclados bajo el nombre de Factoría de Androides. La colección, creada por el artista multidisciplinar Sátrapa, permanecerá expuesta en la sala La Nautilus (Plaza de Azcárraga, 7) hasta finales de mes.

La pintura sirvió como prólogo a la legión escultórica de androides que mora en diferentes espacios públicos, como la biblioteca del CGAC de Santiago de Compostela, y particulares. "Un día decidí ponerme a pintar para quitar los fantasmas que tenía en la cabeza", indica el artista. Sátrapa, que dibujaba escenas con directivos de medios de comunicación, decidió dar un paso más y probar a construir un pequeño ejército de "monstruos" a base de materiales reciclados que le servirían para realizar una sátira social y política. "A uno de ellos le puse en nombre de Mariano, lo descubrieron en Facebook, y acabó siendo la imagen de la Muestra Internacional de Artes Fantásticas de Santander", señala el artista.

La repercusión que su obra comenzó a adquirir desde ese instante, animó a Sátrapa a seguir adelante con su particular colección robótica. "Empecé a vender a través de internet a países como Bélgica o Francia a través de Internet. El pasado mes de julio estuve en una feria en Nantes y hasta un galerista me compró piezas", apunta.

Lo que en un principio nació como una vía de escape para paliar un momento de crisis, se ha convertido en un trabajo al que el artista dedica buena parte de su tiempo y esfuerzo y cuyos resultados tienen un número creciente de compradores. "Últimamente la gente me está encargando muchos androides para regalar, y yo le personalizo las figuras a cada uno de los destinatarios", afirma Sátrapa.

Partiendo de la influencia que sus obras pictóricas tuvieron en la fisonomía de sus robots, Sátrapa comenzó a sumergirse en "la ciencia ficción de los años 50 y las películas que veía de pequeño, enlazando con temas como la conquista del espacio o la llegada del hombre a Marte". Lejos utilizar otros androides como punto de referencia para dar vida a sus diseños, el artista echó mano de su propia fantasía basándose en los materiales disponibles para la elaboración de cada figura.

Al carácter artístico y social que define esta colección se une una voluntad didáctica vinculada al medio ambiente. "Yo pintaba encima de cosas que reciclaba, como cartones o madera. La filosofía de la Factoría de Androides fue realizar las piezas reciclando todo tipo de objetos. Empecé a hacer unos talleres en colegios y, en lugar de usar materiales que pudieran lastimarles, usamos cartón para realizar los androides. La verdad es que me asombró ver lo que pueden llegar a hacer los alumnos", apunta el autor de la exposición.

La muestra de La Nautilus, además de los robots, reúne algunos de los cuadros en los que, bajo el título de Arte Factos, Sátrapa refleja sus estados de ánimo a través de diferentes personajes que han formado parte de su vida y su trabajo, y entre los que él mismo se incluye.