-¿Cómo será el concierto?

-Un poco el desarrollo de nuestro disco, De Cerca. Cada vez que lo tocamos es diferente. Está muy vivo y tiene bastante de improvisación. Aunque hay patrones, no siempre sale igual, dependiendo de cómo nos pille sale con un carácter.

-¿Y cómo les pilla estos días?

-Con muchas ganas de ir Galicia. A la gente le gusta la música, se come bien, la gente es muy cariñosa.

-¿Cómo definiría este disco?

-El título, De cerca, lo dice. Busca que la gente que lo escucha sienta que estamos ahí al lado. Y en directo, como Javier, el Bandolero, que es la tercera pata, y yo hemos tocado muchas músicas, desde Ketama hasta el dúo de Javier con Bebo Valdés, aquí hay un poco de todo. Siempre partiendo de un corazón flamenco, que es el mío, que vengo de sangre flamenca, de los Habichuela. Nos acercamos a cosas flamencas y también boleros, standards de jazz y alguna sorpresa, un tema nuevo que no está en el disco y que tenemos ilusión por enseñar.

-¿Una pista de las sorpresas?

-Hay un tema, compuesto a medias, que va a tocar Javier con el acordeón. Una farruca. Creo que es la primera vez que se hace eso.

-¿Qué repertorio tocarán?

-Hay par de ellos míos. Un cante de una tía abuela mía, Marina Habichuela, que hace Javier con el contrabajo. Y dedicamos uno a la pareja Morente-Habichuela, que en este momento adquiere más sentido que nunca. Es un homenaje a su forma de vivir y de ser. Tocaremos también algún standard como You and the night and the music, boleros como Historia de un amor o Muñequita linda.

-¿Cómo es el tema que dedican a Morente y Habichuela?

-Es una alegría para la que me he inspirado en música de mi padre y de Morente, que fueron una pareja muy importante en el flamenco. Como Lennon y McCartney. Revolucionaron un poco la música flamenca.

-¿Este proyecto también supone una revolución?

-La diferencia que tenemos nosotros como instrumentistas es que somos gente a la que nos gusta emocionar más que demostrar velocidad o tocar demasiado deslumbrante. A lo mejor un silencio dice muchas cosas en la música. Eso es lo que nos mueve a nosotros. En mi casa me enseñaron que hay que ser personal, que suene a ti cuando uno toca. Ser diferente. Intentar buscar tu propio lenguaje.

-¿Y esa mezcla supone una renovación?

-Lo dirá el tiempo. Yo no puedo decir que soy un revolucionario. Yo sí que noto el respeto de los compañeros desde hace mucho tiempo. Yo soy un músico de músicos. Creo que la gente de la música me respeta y me quiere mucho. Noto que mi música les llega y eso es un honor.

-Después de formar parte de Ketama y tocar con Paco de Lucía o Jorge Pardo, ¿qué supone el proyecto con Colina?

-Esto es un regalo. Yo soy admirador suyo y él mío. Desde el primer momento que nos escuchamos nos dimos cuenta de que más tarde o más temprano haríamos un disco juntos porque tenemos la misma forma de contar las cosas, como de la misma familia.

-¿Harán más cosas juntos?

-Seguro que sí. No sé si seguido, pero sí. Para mí tocar con Javier es un disfrute. Es un concierto muy íntimo, de sensaciones. Tocar con él es muy divertido porque ningún concierto es igual. Hay que tocar muy atento, nos tenemos que escuchar mucho y eso me gusta mucho.

-¿Algún sueño pendiente?

-Tengo un puñado de sueños pendientes. He estado haciendo un trabajo con la voz de Camarón, acaba de salir el disco de las Migas... Cada día es levantarse con ganas de hacer cosas, aprender, tocar? eso es lo que nos mantiene vivos.