El músico David Ethève (16 de septiembre de 1966, Neuilly-sur-Seine, Francia), uno de los miembros fundacionales de la Sinfónica de Galicia y exdirector de la Orquesta Joven, falleció el pasado viernes a los cincuenta años. Se incorporó a la formación ya en 1992, donde fue violonchelo principal hasta su baja definitiva por enfermedad hace unos meses.

Las redes sociales se llenaron ayer de mensajes de recuerdo, de vídeos suyos interpretando a Tchaikovsky en el Palacio de la Ópera, y de despedidas. "Desde el primer día que vine a A Coruña a dirigir vuestra magnífica orquesta me impresionó su calidad como músico y su implicación en su trabajo y en la vida de la orquesta", escribía de él el que fuera director principal invitado de la Sinfónica, Jesús López Cobos. Le recuerda "siempre vigilante, sin ceder a la rutina con el paso del tiempo".

Para el que fuera director principal de la formación desde 1993 a 2013 y que ahora ostenta el cargo de director honorario, Víctor Pablo Pérez, Ethève queda en el recuerdo como "un músico absolutamente imprescindible" en la creación y la formación de la OSG y asegura que no solo la ciudad sino todo el país le estará "eternamente" agradecido por su "maravillosa implicación en la construcción" de la orquesta. También el director actual de la formación, Dima Slobodeniouk, reflejó en sus redes sociales el dolor por la pérdida de Ethève. "Maravilloso músico y colega, pero también un cariñoso ser humano y un verdadero luchador", escribió ayer.

Los restos de Ethève, que fue también presidente del comité de empresa de la Sinfónica, están en Servisa, donde hoy será incinerado a las dos de la tarde tras una misa que se oficiará sobre las 13.30 horas. El gerente del Consorcio para la Promoción de la Música, Andrés Lacasa, escribió ayer que la familia de la Sinfónica se había "quedado huérfana de uno de sus más queridos, respetados y admirados músicos" y es que Ethève era miembro de muchos grupos de cámara, era profesor y ejerció durante dos años y medio de director de la Orquesta Joven de la Sinfónica. "A pesar del vacío que genera su pérdida, su compromiso, inspiración, liderazgo, su talla intelectual y su actitud ejemplarizante, perdurará para siempre en la OSG", añadió Lacasa. Los miembros de la Orquesta de Niños de la Sinfónica, la cantera de músicos a la que había estado tan vinculado, le dedicaron ayer su concierto en la iglesia de Santo Domingo en Betanzos.

También en redes sociales, el violinista de la OSG Florian Vlashi publicaba una carta que le había escrito su hijo pequeño, Martin, violonchelista como Ethève, a su maestro, en unas hojas de libreta de pentagrama, cuando todavía estaba en el hospital. Vlashi recuerda que, 25 años atrás, cuando se empezó a gestar la Sinfónica, todos eran extranjeros, por lo que "rápido" se convirtieron en "una gran familia", tanto, que Ethève llegó a ser profesor de Martin, al que siempre le aconsejaba, que sonriese al tocar. Se acuerda Vlashi de que, en el bus de la orquesta, al volver de algún concierto, todas las luces iban apagadas, todas menos una, "era David leyendo", recuerda. En su despedida, la Orquesta Sinfónica de Galicia escribió que todas sus cuerdas estaban rotas y que alguien como David "nunca se va del todo", aunque no vuelva a subirse más al escenario del Palacio de la Ópera.