Llevan más de medio siglo en el mundo de la música, y no hay generación que no conozca sus canciones. El Dúo Dinámico, formado por Manuel de la Calva y Ramón Arcusa, llega el próximo sábado a las 21.30 horas al Palacio de la Ópera como parte de su gira 2017, con la que repasarán varios de sus grandes éxitos como Quisiera ser, 15 años y Resistiré.

- Comenzaron su carrera musical en 1958, ¿cómo fueron esos primeros pasos en un mundo tan artísticamente limitado por el régimen franquista?

-Ramón Arcusa: Quizá ahora se vea diferente, pero situados en 1959, era lo que había y casi nadie cuestionaba el régimen. Teníamos otras necesidades, que era el comer, sobrevivir y crearte un futuro, y que no pasaban necesariamente por cuestionar el sistema. De política no se hablaba, o muy poco, créame. En contraste, ahora se habla demasiado [se ríe].

- Sin embargo, sí que fueron revolucionarios. Gestionaban sus propias portadas y decidían los temas que querían interpretar.

-R.A.: Lo teníamos muy claro, porque veíamos que teníamos seguidores, y marcábamos caminos y tendencias, aun sin saber adónde podríamos llegar. Sabíamos, por intuición, que la imagen era muy importante, y nos compramos una cámara Rolleiflex de 6x6 para hacer nuestras portadas. Lo de las canciones también fue fácil, en cuanto vimos que podíamos componer nosotros.

- Uno de sus primeros éxitos fue 15 años tiene mi amor, un tema al que siguieron muchos otros como La la la y Somos jóvenes . ¿Por qué creen que tuvieron tanto impacto?

-M.C.: Porque son buenas canciones, bien construidas musicalmente y con letras que describen problemas y sentimientos de la vida de las personas. Nuestros temas a menudo son 'rescatados' para revivir momentos del presente, ayudan a entenderlos con claridad.

- Una de ellas, Resistiré , se ha empleado para muchas cosas: como banda sonora de una película de Almodóvar, en las asambleas pre-Podemos, como himno durante el corralito en Argentina... ¿Cuál creen que es el mejor uso que se le ha dado?

-R.A.: ¡Uf?! Resistiré siempre se ha utilizado para cosas positivas, que sepamos, como para una campaña reciente de niños con cáncer. Es un canto universal a la esperanza y a la capacidad que tenemos los mortales de sobreponernos a los pesares y a nuestros problemas. En ese sentido la canción nos ha dado muchas satisfacciones porque ha ayudado a muchas personas.

- Muchos de sus temas han traspasado generaciones, pero otros no son tan conocidos. De estos últimos, ¿hay alguno que se mereciese un triunfo mayor?

-R.A.: Creadora de sueños, de 1987, que es un canto a la mujer, nos quedó muy bien. Otra sería Lágrimas, sonrisas, de 1970.

- En el 72, se retiraron para ser productores y compositores, ¿imaginaban que seguirían cantando hasta ahora?

-M.C.: Jamás imaginamos que volveríamos a subirnos a un escenario.

- ¿Y por qué se bajaron de él en un principio?

-M.C.: Nadie quiere retirarse de este bonito oficio que es cantar y componer canciones; pero el país dio un giro político en el que lo musical tuvo mucha importancia como promoción de ideas, y nosotros consideramos que subirnos a ese carro de la 'canción protesta' desvirtuaría todo lo que habíamos hecho.

- ¿Era un obstáculo insalvable?

-R.A.: Era lo que tocaba. Los partidos políticos en ciernes, utilizaban los conciertos para una especie de reuniones clandestinas donde los grises no podían disolverlos. En los 70 había decenas de cantantes protesta, que luego ya en campaña iban a todos los mítines de los partidos, y la primera pregunta que te hacía un periodista era: '¿Qué mensaje llevan ustedes con su canción?'. Nosotros cantábamos básicamente al amor, y nuestro mensaje no era nada político. Pensamos que nuestro tiempo había terminado, y lo dejamos. Llamamos a José María Íñigo y le propusimos despedirnos en su programa de TVE 'Estudio abierto', cosa que hicimos. De aquellos cantantes protesta solo quedaron al final dos: Serrat y Víctor Manuel.

- Pero en 1978 regresaron a escena, y desde entonces han estado de gira, incluso por lugares como Sonorama 2016. ¿Qué supuso para ustedes el paso por este festival?

-M.C.: Fue una noche especial en nuestra carrera artística. Conocimos en persona a los componentes de grupos importantes de la actualidad y recordamos al instante nuestros comienzos cuando también éramos indies. Nos recibieron con respeto y cariño y creo que sintieron algo parecido a lo que nosotros sentíamos al estar en el mismo escenario.

- Muchos de los miembros del público eran gente joven, ¿por qué creen que sus temas siguen funcionando entre la juventud?

-R.A.: Creo que también atrajimos a nuestro público, que quizá no hubieran pisado el festival, pero no cabe duda de que la gente joven tenía curiosidad por vernos, y así lo apreciamos. Por fortuna, compusimos muchas canciones intemporales, con ritmos que no caducan.

- Sonorama es un festival dedicado a la música indie. Ustedes dicen que fueron los primeros indies del negocio musical, pero otros se disputan el mismo título: hace poco, Raphael aseguraba que él era indie antes de que el propio género se inventara. ¿Quién tiene razón?

-M.C.: Buena pregunta. Por antigüedad y por ser cantantes pop seríamos nosotros. Pero por el respeto que le guardamos al gran artista que es Raphael declinamos ese honor. Se lo cedemos a él.