Los miembros de la Orquesta de Niños de la Sinfónica de Galicia se preparan esta mañana para despedir su año de estudios. Lo harán con un concierto, el último del curso y del proyecto pedagógico Son Futuras Promesas 2017, que los 80 intérpretes de la formación darán a las 12.00 horas en el Centro Ágora bajo la dirección de Enrique Iglesias Precedo y Jorge Montes. La diversidad de estilos de la actuación, que irá de Bach a algunas de las bandas sonoras cinematográficas más conocidas, será una de las principales características del concierto, en el que los músicos realizarán el segundo estreno absoluto de su historia con una obra de Hugo Gómez-Chao inspirada en Federico García Lorca.

Lo primero que tocará la orquesta serán dos suites, una con piezas de Händel y otra con piezas de Mozart. La encargada de interpretarlas será la parte más joven del conjunto, niños de 7 a 12 años, para los que el húngaro Soós András ha realizado los arreglos. "Las obras se adaptan a su nivel, así pueden tocar obras del repertorio clásico", cuenta el responsable del programa Son Futuro, Alejandro Sanz Redondo.

La segunda parte será responsabilidad de los mayores. Los músicos de hasta 16 años de la orquesta tocarán la cantata Christ lag in Todes Banden de Bach, a la que seguirá el estreno absoluto de los dos estudios para orquesta de cuerdas de Hugo Gómez-Chao, para los que el compositor se ha basado en una conocida figura literaria. "Se cree que la melodía que Gómez usó para construirla fue creada por Federico García Lorca", explica Sanz, señalando lo adecuados que resultan estos pilares para el objetivo central de la composición. "Está dedicada al 25 aniversario de las bibliotecas municipales", comenta.

Con su interpretación, la orquesta festejará esta efeméride por tercera vez. Ya había dedicado a la fecha otros dos conciertos este año, creados también, como este, como una colaboración con dichas entidades públicas. "Estamos comprometidos con la cooperación con otras instituciones y abiertos a cualquier tipo de iniciativa", justifica el responsable del programa.

La preparación de la obra, asegura Sanz, no fue fácil. El lenguaje en el que está escrita, muy diferente al que los intérpretes están acostumbrados, ha conllevado "mucho tiempo" y una potente apuesta pedagógica que, según el responsable de Son Futuro, se notará en los resultados. "Fue un reto brutal, pero los alumnos han trabajado con el compositor, y creo que va a ser un éxito", asegura.

Además del triunfo, el desafío de llevarla a escena será, en opinión de Sanz, extremadamente beneficioso. Les ayudará en el caso de que decidan profesionalizarse, haciendo que "se enfrenten con más naturalidad a los nuevos lenguajes" con los que se toparán al avanzar en su trayecto musical. "Es muy enriquecedor para ellos", dice el encargado, añadiendo, sin embargo, que no todo en el concierto será formalidad y metas cumplidas. "Para cerrar tocarán temas de John Williams, como canciones de Star Wars o Indiana Jones. Será divertido", cuenta.

Tras el concierto, los estudiantes iniciarán las vacaciones hasta septiembre. Podrán decidir entonces si quieren presentarse de nuevo a las pruebas de acceso para continuar formando parte de la orquesta, o abandonarla hasta nuevo aviso. "A veces algunos la dejan unos años y luego vuelven", dice Sanz, al que no le "obsesiona trabajar la cantera" de la Sinfónica. " El principal objetivo es educativo. Puede que muchos luego no sean profesionales, pero la música es una disciplina vital en la formación de cualquier persona", aclara.