Fotografías antiguas, pedazos de tela y hasta pétalos de flores secas. Cualquier objeto es susceptible de acabar en la obra de Ana Lamuño, artista asturiana afincada en A Coruña que exhibe desde el pasado miércoles sus creaciones en el Colegio de Médicos. Bajo el nombre de Abstracciones y relicarios, y hasta el día 17 de este mes, la autora reúne veinte cuadros en los que continúa con la técnica de la esculpintura, un método basado en la integración en sus obras de piezas que solo deben cumplir una condición para poder ser incorporadas: "contar su propia historia".

"Consiste en recopilar, guardar y esperar. Me gusta que el tiempo haya trabajado sobre ellos", cuenta la pintora acerca de los objetos añadidos. Lamuño los emplea para crear relieve tanto en sus abstracciones como en sus relicarios, las dos partes de las que consta su muestra. En las primeras, la artista utiliza este estilo para girar en torno al concepto de "la construcción y la reconstrucción", mientras que, en los relicarios, se centra en los recuerdos. "Trabajo un tiempo que pasó, pero no me asusta. También hay que contar lo que dice el pasado", concluye.