El Garufa Club será testigo esta noche del enfrentamiento entre dos de las bandas de rock más veteranas de A Coruña. Rockers Go To Hell y los Hound Dogs, con más de una década de trayectoria sobre el escenario a las espaldas, pondrán a prueba su rockabilly y sus versiones del rock and roll de los 50 y los 60 en un duelo musical, en el que interpretarán a partir de las 22.30 horas a los clásicos del género para lograr la victoria.

No será la primera vez que los grupos se vean las caras en una batalla. Hace unos meses, las dos formaciones ya participaron en un desafío semejante, cuyo resultado, en tablas, les lleva ahora a protagonizar la revancha. "La otra vez no nos quedamos satisfechos. Esta vez lo ganamos seguro, vamos a por todas", dice el contrabajista de los Hound Dogs, Antonio Rama, que esgrimirá una selección de canciones de artistas como Warren Smith, Johnny Burnette y Elvis Presley, además de temas propios. Johnny Cash, Buck Owens y Patsy Cline les esperarán al otro lado para devolver el golpe de la mano de Rockers Go To Hell, un grupo con el que mantienen una relación de amistad desde hace años y que lleva desde los 90 en la escena coruñesa. "Surgimos cuando todavía no había bandas tributo en la ciudad, tan de moda hoy en día... Por aquel entonces estábamos con Mandrágoras, y montamos esto por puro hedonismo y amor al rock clásico", explica el vocalista de la formación, Álvaro Dorda.

Ambos grupos beben del mismo repertorio, pero el estilo será el que marque la diferencia en el concierto de esta noche. Como siempre desde su formación, los Hound Dogs apostarán por una interpretación clásica de los temas, mientras que Rockers Go To Hell añadirán un tono más libre a las partituras, en las que últimamente sobresalen los sonidos más country. "Ellos son auténticos rockeros de toda la vida, nosotros hacíamos otras cosas, como garaje y punk. Aunque sonemos cincuenteros, eso lo llevamos en la sangre", comenta Dorda.

El líder de los Rockers asegura que "no existe rivalidad" entre las bandas, pero tiene claro cuál es su punto fuerte para ganar, a pesar de la semejanza de los temas. "Somos más guapos", bromea el cantante que, al igual que los Hound Dogs, completará el concierto con la estética e instrumentos propios de la época. Se trata de su forma de rendir homenaje a un momento musical del que, afirma Rama, "vino todo" y que, sin embargo, actualmente se encuentra "en horas bajas". "Ahora hay menos interés por el rock de los 50, pero va por rachas. Tiene un auge y luego vuelve a decaer", cuenta el contrabajista, secundado por el regente del Garufa Club, Pepe Doré. "Cada vez existe menos presencia de este género en A Coruña. Es como el Guadiana, surge de repente una temporada y luego desaparece", dice.

Precisamente en la ciudad Rama cifra en cuatro las agrupaciones dedicadas al rockabilly. El panorama coruñés para este estilo es "una escena pequeña" para él, en el que todos se conocen, pero que posee una mayor popularidad fuera. "Sales de aquí y hay escena de público de hasta 3.000 personas", comenta, asegurando que lo que prima en las salas y conciertos de A Coruña es "sobre todo el rock duro". Más pesimista se muestra Doré, que llegó a tocar durante un tiempo con los Rockers, sobre el estado del género. "Tiene una enfermedad de base, los jóvenes están abrazando otras tendencias", se lamenta, pero añade: "No va a morir jamás". Y Dorda le apoya: "Es algo hecho con el corazón y las entrañas. A menos que carezcas de esas cosas, es imposible que no te llegue".