El suicidio de un hombre en el túnel de una estación y el viaje que su hijo emprende para comprender sus motivos es el tema escogido por David Neira para su primer libro, La travesía del fénix. El autor novel estará este mediodía a las 13.00 horas en Berbiriana para hablar de su obra, para la que ya está preparando una segunda parte.

- Un debut tardío, casi a los 40 años, ¿por qué ahora?

-Porque estuve el resto del tiempo haciendo la vida, por decirlo así. Me pasé demasiados años en este bucle que aceptamos a veces, de pagar facturas, tener trabajo y pagar facturas. Alguien encontró mis escritos, me animó a recuperar algo que se me daba bien y decidí hacer el cambio que necesitaba hacer. La vida es la que tenemos.

- ¿Ya se siente escritor?

-[Lo piensa] Sí. ¡Me sigue quedando grande! [se ríe]. Es que es un concepto muy curioso. Cuando alguien me dice "eres escritor", digo "no, soy David". Hago el trabajo que me gusta, y de saberlo antes, antes me habría puesto más en serio.

- Se estrena con un tema crudo, el suicidio.

-El capítulo del suicidio es una metáfora en realidad. Una persona que no tiene claro qué aprovechar de esta vida y a la que se lo van mostrando.

- El significado del tiempo es otra de las reflexiones de la novela, ¿le preocupa?

-Sí, de hecho, lo llevo tatuado en el brazo. Tengo un reloj de arena roto que deja caer la arena hacia la mano. Significa que tú tienes un tiempo determinado que va a durar hasta el día que te vayas. Si simplemente te sientas a ver cómo caen los granos de arena? A quien le sirva, vale. Yo lo tengo roto porque llegó un momento en el que me di cuenta de que estaba subido en esa cinta transportadora, pero quería hacerme dueño de mi tiempo. Y me senté a escribir.

- ¿Es una novela autobiográfica, entonces?

-Sí, pero no ha sido un proceso consciente. Cuando me dicen "es que esto lo viviste tú" y yo "joba, es que a mí me queda muy poco por vivir, y lo que me queda estoy buscando vivirlo". Empecé a construir un escenario, un viaje y, al final, se acaba pareciendo a mi vida, pero es que mi vida ha sido eso, caer tres veces y siempre decir, venga, de pie.

- ¿Seguirá su vida tan ligada a sus obras?

-Lo dudo. En esta me he vaciado muy intensamente, desde algo que conozco muy bien, las otras serán otras temáticas. Lo que va a haber de David es la narrativa, vaciarme me va a costar.