Tras años de colaboraciones con grandes nombres de la música como Ravi Coltrane y Herbie Hancock, Joe Sanders se atreve con Humanity, su primer disco como líder de banda. Arropado por los miembros de la Joe Sanders' Infinity, el bajista estadounidense presentará mañana el segundo álbum de su carrera, que interpretará en el Jazz Filloa en dos pases a las 22.00 y 23.00 horas de la mano de Son Estrella Galicia.

- Cinco años desde su primer álbum como líder. Parece que ha estado ocupado.

-[Se ríe] Sí, bastante. Mi objetivo era entablar nuevas colaboraciones con gente externa al grupo de músicos con los que normalmente suelo tocar, para expandir mi lenguaje del jazz. Sabía que no había lanzado música de mi autoría en un par de años, pero también que sacar algo solo porque había pasado mucho tiempo no era la ruta a seguir. Quería tener un mensaje y hacer que inspirara la música.

- ¿Qué importancia tiene ese mensaje en sus composiciones?

-Yo siempre quiero que mi música tenga emoción. Creo que una composición puede inspirar muchas sensibilidades diferentes. Cuando abarcas esas emociones, encuentras que la música que compone Humanity puede ser tan compleja como las relaciones que se forman cada día, y que son la base de la humanidad.

- Precisamente de ella habla en este disco. ¿Cómo la ve hoy?

-Estamos divididos en clases incluso antes de nacer, basadas en el estatus de nuestros padres. Y no es algo que se enseñe. La juventud ve este odio y lo adopta como si fuera parte de su carácter personal.

- ¿Ha llevado esa violencia a Humanity ?

-Nadie quiere que le recuerden la violencia mientras escucha un álbum, porque es una constante en nuestro día a día. En esta música, nos esforzamos por ser conductores de emociones como el amor, una de las tareas más duras como músico. Si podemos hacer que cinco personas muestren compasión después de escuchar nuestra música, entonces habremos logrado algo más que simplemente tocar. Habremos contribuido con bondad al mundo.

- Habla en plural, y lo hace porque no ha trabajado solo. Humanity es el primer disco con su banda Joe Sanders' Infinity. ¿Qué buscaba cuando la creó?

-A músicos que hablasen con sus instrumentos. Hay muchos buenos músicos en el mundo, pero pocos que puedan tocar una nota y hacerte sentir exactamente la emoción que están tratando de canalizar. John Ellis, Aaron Parks, y Eric Harland son ejemplos perfectos de esto, lo que hace relativamente sencillo el proceso de composición.

- Son parte de la larga lista de intérpretes con los que ha tocado. ¿Tenía ganas de liderar su propia banda, después de tantas colaboraciones?

-Siempre he tenido la ambición de ser el líder de una banda, pero nunca tuve prisa. Tuve el honor de trabajar con el gran Jimmy Heat en mis inicios, y él siempre insistía en la longevidad. Significa tener la capacidad de mantenerse, de crecer constantemente. Yo siempre estaba escribiendo composiciones y compartiéndolas con mis colaboraciones para obtener retroalimentación y tocarlas en los conciertos.

- ¿Incorporó sus consejos a su filosofía musical?

-Totalmente. Sabía que llegaría el momento en el que podría grabar mi propio disco con mi propia banda, así que conscientemente escogí ideas y escenarios que podría aplicar a mi filosofía musical. Uno de los métodos más importantes que me llevé fue la habilidad, por difícil o laboriosa que sea, de entablar una conexión real con el público, ya que forman parte del concierto tanto como los músicos.

- De entre ellos, los bajistas han sido siempre los grandes olvidados en la historia musical.

-Sí, no había muchos bajistas compositores de jazz, pero ahora hay muchos buenos bajistas que componen. También la forma de tocar el instrumento ha llegado más lejos que nunca. Los compositores pueden escribir partes más difíciles para los bajistas, algo que habría sido imposibles hace 20 o 30 años.

- ¿Estamos entonces, como aseguran algunos, en la edad dorada del contrabajo?

-Yo no diría necesariamente eso. Pero creo que hay bajistas con una mayor inclinación musical. Amplían el papel del instrumento, en lugar de apegarse a los roles tradicionales establecidos a lo largo de la historia.