Derribar las barreras de la música y el teatro es el objetivo del Festival Arte pola Igualdade, que celebrará este jueves su séptima edición en el teatro Colón. A partir de las 19.00 horas, cerca de 160 alumnos del centro de educación especial Nuestra Señora del Rosario, el colegio público Eusebio da Guarda y el Conservatorio Profesional de Música unirán sus talentos para construir en conjunto una jornada artística abierta al público, con la que pretenden demostrar que la diversidad funcional no es un límite para subirse a un escenario.

O velorio, de Francisco Taxes, será el epicentro del programa. La obra ha sido adaptada a las capacidades de los alumnos del Eusebio da Guarda y el colegio para las patologías de la audición y el lenguaje Nuestra Señora del Rosario, que se suma al festival como novedad en esta edición. "Es la primera vez que participan personas con discapacidad auditiva. Será una oportunidad para que la gente conozca el lenguaje de signos, algo sobre lo que tendríamos que concienciarnos más", dice el director del Conservatorio, Jesús López. El centro será el responsable del acompañamiento musical de la pieza, que contará con los alumnos del coro infantil de la entidad. Entre ellos, estarán los estudiantes del aula para personas con necesidades especiales, a los que la institución enseña como parte de su plan de integración. "Se trata de un programa pionero en Galicia. Les enseñamos de una forma distinta, pero son músicos de mucha calidad, por tener una discapacidad no tienes por qué estar limitado", explica López, que defiende que "la música debe estar al alcance de cualquiera".

La que suene el jueves lo estará a un nivel absoluto. El Conservatorio, que aportará también su conjunto de acordeones, interpretará piezas como Negra sombra, Na eira, Camariñas y Canción de berce para unha princesa negra, además de una obra de percusión corporal. Para conmemorar el Día das Letras Galegas, tanto las piezas como la obra de teatro estarán en gallego, a excepción de un tema africano, con el que la iniciativa busca reflejar la diversidad de la actuación. "Se juntan distintos grupos de alumnos, de distintos centros, y comparten cosas. Eso es fantástico", añade el director del Conservatorio, que participa en el festival desde su creación hace ahora siete años.

Desde esos inicios, el objetivo del programa ha sido afianzar el arte como "una forma de conexión entre diferentes personas". Abrir la música, el baile y el teatro "a todo el mundo" y mostrar a aquellos con diversidad funcional que también tienen un sitio sobre las tablas es por lo que trabajan los participantes del Festival de Arte pola Igualdade, que afrontan con inquietud, pero también con ilusión, la proximidad de su puesta en escena. "Están nerviosos porque se acerca el estreno, pero con cara de felicidad", asegura López, que considera que la integración en el escenario tiene todavía un largo camino por delante. "Hoy por suerte tenemos la mente más abierta, pero aún queda mucho. La normalización tiene que empezar desde las propias familias y centros, y las personas tienen que tener las mismas oportunidades a diario. Esto no puede quedarse en un día puntual", concluye.