La ciudad se convertía ayer en un taller de arte con el encuentro Artistas encontrados y apropiados en A Coruña, un proyecto liderado por el brasileño Paulo Bruscky con motivo de su próxima exposición en la Fundación Luis Seoane. A lo largo de todo el día, y acompañado de una quincena de artistas locales, el autor encabezó una marcha callejera en busca de parecidos entre lo cotidiano y las piezas de los grandes artistas de la historia, recogiendo imágenes y desechos desde la zona vieja hasta Cuatro Caminos. El resultado se podrá ver mañana en la Seoane como parte de la muestra Paulo Bruscky. Etceterarte, una retrospectiva del creador desde los años 60 que incluirá una obra construida con los objetos recogidos durante la pasada jornada.

"Se trata de ir encontrando semejanzas con obras. Los artistas se pueden hallar en plena calle", aseguraba al comienzo del camino Bruscky, que encuentra habitualmente en los "supermercados y mercados públicos" de las ciudades la inspiración para sus proyectos artísticos. El que desarrolla ahora en A Coruña comenzaba ayer bien entrada la mañana, a modo de recorrido desde la propia fundación. La Ciudad Vieja, San Nicolás, San Andrés y la plaza de Lugo se erigían como paradas principales de la primera parte del trayecto, que continuaba por la tarde por Cuatro Caminos y la avenida de Finisterre.

La filosofía de Bruscky, basada en que un artista ve lo que otros no, dominó toda la experiencia. Chapas oxidadas, cajas, alcantarillas, pegatinas y cartones se volvían arte a los ojos de los participantes, que llenaban con ellos sus bolsas de basura. "Explorar la ciudad desde el punto de vista de las cosas que no vemos es un juego muy bonito. No llamamos obra a lo cotidiano, pero la influencia de los artistas consagrados al final está en todo", explicaba la diseñadora gráfica Carolina Núñez, que se hacía con un bote de spray en uno de los puntos más populares del trayecto, un vertedero de la zona histórica. En él, los participantes se afanaban por encontrar elementos que les pudieran resultar útiles. "Luego haremos una selección, todo lo vamos a analizar", gritaba el propio Bruscky desde dentro del contenedor, mientras uno de los asistentes convertía su bicicleta en una carretilla improvisada.

No de desechos, sino de imágenes, se abastecieron los participantes en el mercado de San Agustín. Ante la mirada sorprendida de los tenderos, los artistas fotografiaron desde básculas hasta ristras de fruta, para dirigirse luego a la tienda Vintage&Coffee. Entre sus prendas de segunda mano, el grupo encontró referencias a varios artistas del siglo XX. "Esto es muy Andy Warhol", apuntaba otra participante sobre una colección de gafas de colores, que Bruscky inmortalizaba con su cámara.

En su experiencia, el artista no se limitó solo a recoger. También brindó sus intervenciones a la ciudad, escribiendo un mensaje en uno de los libros de la cabina-librería construida por el Colectivo Contracultura en Campo de la Estrada, y haciendo una performance en uno de los escaparates de Vintage&Coffee. Las acciones del brasileño generaron más material fotográfico para los participantes, dedicados hoy a preparar la pieza que exhibirán en la retrospectiva de Bruscky. "Es la primera vez que hago una exposición en España, y va a ser muy grande. Muestra de todo un poco de mi producción", contó el artista, cuya piezas permanecerán en la ciudad hasta el 18 de noviembre. La muestra vendrá acompañada de un libro, el primero en el país sobre su trayectoria, que se publicará entre septiembre y octubre de este año.