Dice Ringo Starr que son muchos los que ya no le reconocen por la calle. Que el mundo se ha vuelto demasiado joven para acordarse de The Beatles, o para asociarlo, quizá, con ese artista que hoy se pasea por las tablas con sus gafas oscuras y sus eternas pulseras de colores. A sus casi 78 años, sin embargo, sabe también que su trayecto con la banda tuvo algo de inmortal. 40 años de separación no han podido borrar la huella que el grupo marcó a fuego en la historia musical de los 60, proyectando una sombra tan alargada que hará que Starr-deseoso a veces de sobreponer su carrera en solitario-, conserve para siempre su título de cuarto beatle.

Era en los tiempos del apogeo de aquella corona cuando el artista interpretaba canciones como Don't pass me by y Yellow submarine. Esta noche, a partir de las 22.30 horas, algunos de aquellos éxitos volverán a sonar en el Coliseum en compañía de la All-Starr Band, que intercalará el pasado con los temas de su último disco, Give more love y las canciones de los miembros de su grupo. Colin Hay, Graham Gouldam, Gregg Bissonett, Steve Lukather, Gregg Rolie, y Warren Ham arroparán al exbeatle en esta primera gira por España, que el artista emprendía el miércoles tras 53 años de su última y única visita a nuestros escenarios.

Sobre ellos, el de Liverpool protagonizará un show que lleva su nombre, pero en el que es protagonista a medias. Medio siglo de experiencia musical, y un pasado compartido con una de las bandas más memorables de la historia, dan licencia al batería para permitirse ciertas concesiones, que plantea el tour como un encuentro entre amigos en el que lo de menos es brillar sobre los demás. Tras esta decisión se esconde, quizá, el viejo contacto del artista con las secuelas del ego. Entre ellas se veía obligado a mediar cuando estallaban las tensiones entre los miembros de The Beatles, que empleaban con asiduidad la residencia del batería a modo de casa franca.

Aquel rol conciliador era el papel de Starr. Su popularidad la construyó sobre el comportamiento divertido y desenfadado que le caracterizaba, a pesar de haber sido desde siempre el beatle más discutido. Su inicio en la banda, a la que se unía de forma oficial en 1962, fue, de hecho, casi un rebote. Cansados de la irresponsabilidad de su batería, el grupo echaba a Peter Best y comenzaba a buscar a un músico para el puesto, para el que Starr no era siquiera la segunda opción. Johnny Hutchinson, intérprete maltés, fue quien recibió la propuesta de The Beatles, que acabó optando por Ringo tras su rechazo.

El 'cuarto beatle' mantuvo toda su carrera esa sensación de estar en la cola. Los Starr Time, en los que Lennon trasladaba el micrófono frente a la batería, se combinaban con desplantes como los de Love me do, para cuya grabación el grupo contrataba a Andy White, dejando a Starr al mando de panderetas y maracas. El artista- que llegó a definirse como "el patito feo" de la banda-, recuerda, sin embargo, aquellos años como una fiesta perpetua. El tiempo con The Beatles le impulsó mil pisos más allá que los que alguna vez habría ascendido con Rory Storm and the Hurricanes, la formación anterior con la que se embarcaba después de toda una infancia esperando subir a un escenario.

Fue a los 13 años cuando se fraguó el sueño de Starr de vivir de la música. En el Myrtle Street Hospital, el artista se encontraba con la percusión mientras se recuperaba de una pleuresía, apenas siete años después de que una peritonitis le dejase en coma durante semanas. Tras la enfermedad, trabajó de mensajero y de mecánico hasta su tiempo con los Hurricanes. Gracias a ellos se cruzó en Hamburgo con The Beatles, con los que estuvo hasta su disolución en 1970.

Hoy, tanto tiempo después, del cuarteto quedan solo dos, que continúan colaborando. El año pasado, McCartney volvía a unir su talento con el de Ringo para el último disco del batería, que mantiene desde la separación una discreta carrera en solitario. Con ella, y acompañado de su eterno mensaje de amor y paz, estará el músico tras A Coruña en el Bizkaia Arena de Bilbao, desde donde viajará a Luxemburgo para continuar con su gira europea.