"Hace cuatro años no sabía por qué no estaba nunca esta ciudad en mis giras y yo estaba cabreado y les dije que quería ir a A Coruña. Me dijeron que no, entonces llamamos al Colón, lo alquilamos y ustedes lo llenaron. Después me dijeron de venir aquí y yo soy muy cagón y les dije que no, que era el doble, y ustedes han hecho que sea doble", se sinceró el malagueño, que puso a todo el mundo en pie ya en la tercera canción.

Y cantó al amor, al mundo, a su gato, con la pequeña Julia sentada en la tapa del piano y reivindicó la vida y la libertad, sobre todo, la oportunidad de disfrutar y de no olvidar las primeras veces.