Los recuerdos y experiencias vitales de los actores conforman el argumento principal de la comedia Pretérito Perfecto, escrita por los propios actores y dirigida por su directora de escena, Carmen Conde. "La obra va a ser un banco de recuerdos donde cada uno puede ir a retirar recuerdos de otra gente para quedarse consigo y conservar los recuerdos bonitos", explica Conde.

Los alumnos de la compañía de teatro de la Asociación de Daño Cerebral Adquirido (Adaceco) estrenarán la obra este miércoles a las 20.30 horas, en el centro Ágora durante la gala solidaria de la entidad. El precio de las entradas es de cinco euros y están ya a la venta en la plaza de Ourense, en el Ágora y también en la web de Ticketea. La comedia está compuesta por diferentes vivencias y experiencias que cuentan los actores en conjunto sobre el escenario para representar la idea de la memoria a través de recuerdos compartidos: "La memoria es una de las cosas más frágiles que tenemos, pero aquello que nos marcó en positivo es bueno recordarlo cada cierto tiempo", sostiene la directora, Carmen Conde.

El peso de la obra recae en el esfuerzo personal y colectivo de sus creadores, en mantener horas y horas de conversación, necesarias para conocer las vivencias de forma profunda. "La obra es muy personal y solo ellos podrían interpretarla, es por y para ellos", comenta Conde. Existe un proceso de empatía en el que todos los actores tienen que hacer el esfuerzo de interpretar los recuerdos de los demás, por lo que todos tienen que recrear lo que han vivido otros para perfeccionar la arqueología del recuerdo.

El título Pretérito Perfecto hace referencia al recuerdo de los momentos pasados que guardan en la memoria como perfectos. "Se refiere a un pasado perfecto que ha sido increíble", define Conde.

La obra está compuesta por diferentes escenas que forman un marco común. Cada actor tiene un tiempo determinado para depositar su recuerdo y situarlo en un marco espacio temporal, pero siempre está acompañado de los demás personajes que representan la vivencia contada y personifican el recuerdo. Se introducen en la vivencia del personaje que la cuenta y corrigen o aportan más información a esa experiencia: "Representan los dilemas que tenemos con nuestra memoria, ya que siempre hay recuerdos más vagos en los que fallamos debido a las malas pasadas que nos juega la memoria", explica la profesora. Es una obra coral, en la que todos los alumnos tienen la misma relevancia y en la que se puede ver la discusión interna que genera no poder recordar todos los detalles de una vivencia.

"Son personas que dan lecciones de vida, que tienen una actitud vital superpositiva y no pierden jamás el entusiasmo", explica Conde, que lleva ya dos años trabajando con ellos, dándoles clase y conociéndolos. "Yo soy profesora de teatro, pero ellos son profesores de vida, y eso no lo puedo equiparar jamás", concluye Conde.