De negro absoluto, con un abrigo de tres cuartos, muy puntual y con la seguridad de quien sabe que puede meter a miles de personas en una plaza porque lo lleva haciendo toda la vida. Al final, fueron 29.000 las personas que, según el Concello, llenaron María Pita. Una cifra de récord, que superó en mil personas a la que dieron el año pasado con el concierto de Miguel Bosé. Para evitar problemas de aforo, el Concello cortó ayer, empezada ya la actuación, los accesos por A Franxa y por Riego de Agua y pidió a los vecinos que querían ver a Raphael en directo que accediesen por la Ciudad Vieja o por Puerta Real.

El genio de Linares entró a María Pita con tres de sus temas nuevos y, aunque fueron aplaudidos y celebrados, ya sabía él qué era lo que esperaba el público de su actuación... Verle, escucharle cantar, pero también dejar que les tomase de la mano para transportarles a la infancia, al primer beso o a su primera función de teatro. Así que, Raphael cogió el micrófono y explicó: "Estoy feliz de estar de nuevo en Galicia, en A Coruña, un año más. Estas que les acabo de cantar son canciones nuevas de mi último disco, pero sé muy bien a qué han venido" y, entonces, sonó Mi gran noche, Mi gran nocheuna de las más coreadas por el público en la primera parte de un concierto que contó con más de treinta temas.

Raphael, en concierto en la plaza de María Pita de A Coruña

Raphael, en concierto en la plaza de María Pita de A Coruña

Cuando tú no estás Cuando tú no estásy Digan lo que digan sonaron muy fuerte también en esta primera parte de la actuación aunque, hubo, claro está, quien se desgañitó con cada uno de los temas que fueron sonando. A sus más de setenta años, Raphael canta y baila y reconoce que sigue teniendo ilusión por subirse al escenario, por que se le note que en sus conciertos no hay trampa ni cartón, y es por ello por lo que juega y cambia las letras, como cuando nombró a Galicia en Digan lo que digan.

"Yo sigo siendo aquel, el Raphael de siempre!", dijo también al acabar Yo sigo siendo aquel, un himno de lo que ha sido su vida sobre los escenarios. Y, después, llegaron las versiones, los recuerdos de canciones pasadas y que forman parte del imaginario de varias generaciones -en el público podían verse personas de la edad de Raphael, pero también gente mucho más joven, hasta niños que se sabían algunos de los temas-, como Escándalo, EscándaloQué sabe nadie o Como yo te amo.

13

Raphael, en concierto en la plaza de María Pita de A Coruña