Nacieron bajo el paraguas del indie escocés, aunque con una identidad pop que hoy, 30 años después, siguen reivindicando. Así llegarán esta noche los galeses Belle and Sebastian a A Coruña, a la playa de Riazor, donde tocarán como cabeza de cartel del Festival Noroeste Estrella Galicia. Su último trío de EPS, How to solve our human problems, y sus éxitos serán los protagonistas desde las 23.30 horas, tras Elman (20.00), Tunduru (21.00) y Temples (22.15).

- How to solve our human problems es un título ambicioso.

-Viene de un libro que la clase de budismo de Stuart [Murdoch] estaba leyendo. Supongo que la esencia de la filosofía es que no puedes controlar las cosas externas, pero sí puedes controlar tu propia reacción ante ellas.

-Decían que querían que el proyecto fuera como afrontar una página en blanco. ¿Buscaban recuperar esa sensación de sus comienzos, en los que todo estaba por hacer?

-No, uno no puede hacer eso, sobre todo cuando los miembros de la banda tienen familias y asuntos que atender. Además, si te obsesionas con la juventud, acabas odiando el hacerte mayor, que es un hecho de la vida. Lo de empezar de cero creo que ocurre cada vez que comienzas un proyecto. Deseas ser lo más abierto posible en términos de vocabulario musical y de las herramientas que tienes para el trabajo.

-Cuando hicieron los primeros en los 90, Belle and Sebastian no asumió muy bien su propio éxito. Mostraban cierta frialdad hacia su popularidad.

-Es que no creo que sintiéramos que éramos exitosos, al menos en un sentido comercial. Nuestro primer disco salió en la era Britpop, cuando las bandas indie estaban tocando en conciertos masivos y siendo parte de la conversación cultural del país. Nosotros no encajábamos en eso. Artísticamente, estábamos contentos con nuestros discos, aunque también vemos sus defectos.

-¿No era reticencia, entonces?

-Lo que ocurría era que en Reino Unido estábamos acorralados por la prensa. No éramos guais. Por eso fue increíble poder ir a Brasil, Japón... Y tocar para personas que se metieran en nuestra música.

-"Hacer discos es emocionante, porque pasan un montón de cosas en tu vida cuando estás en ello", dijo en una ocasión Stevie Jackson. ¿Qué ha ocurrido en la de Belle and Sebastian durante la preparación de este álbum?

-Cuando empezamos el proyecto, la idea era lanzar las canciones a medida que las íbamos grabando, pero al final, teníamos todos los temas casi listos antes de que saliese cualquiera de los eps. Estábamos en Glasgow, trabajando, llevando a los niños a la escuela, haciendo yoga...

-Últimamente se han decantado por los mensajes positivos en sus letras. Hay varios en este disco, frente al tono quizá más melancólico de sus inicios.

-Yo creo que Stuart siempre ha tratado de transmitir un mensaje positivo en su música. Pero ahora tal vez haya adquirido mayor prominencia, por los estudios de budismo que comentaba.

-El powerpop, el dance? También lo están incorporando desde Girls in peacetime want to dance . ¿Siguen sintiéndose un grupo indie?

-A la mayoría de nosotros no nos gusta pensar que somos una banda indie, a pesar de que sea así como nos vea el público. Decimos que somos pop, aunque para la gente eso signifique voces con autotune.

-¿Que les vean como indie no es una ventaja, con el impulso que está adquiriendo el género hoy?

-No lo considero así. Yo diría que la última vez que el indie estuvo en boga fue a principios del 2.000, con bandas como The Strokes y Franz y, aunque seamos amigos de la última, definitivamente no formamos parte de ese movimiento. Además, hoy todos los artistas que están teniendo mayor impacto musical son del mundo del hip hop, el R&B? Como Beyoncé, Solange, Janelle Monae o Kanye, del que no puedes negar su impacto. Hace una música fantástica, aunque personalmente no me guste todo lo que dice.