Tanto David Rubín como Emma Ríos reconocen que son muchas las cosas que han cambiado no solo a nivel profesional sino también personal desde sus primeros años como invitados en Viñetas desde el Atlántico. Los dos han triunfado en el mercado norteamericano y pueden ganarse la vida trabajando en lo que más les gusta, que no es otra cosa que dibujar cómics.

Desde que la ilustradora Emma Ríos (Vilagarcía de Arousa, 1976) estuvo la última vez como invitada en Viñetas han pasado diez años; en esta década ha consolidado su carrera en el mercado norteamericano, "al principio haciendo trabajos por encargo y ahora mismo haciendo los cómics que me da la gana y ganando dinero por ello", resume. Si hace diez años le hubiesen preguntado dónde querría estar en 2018 habría respondido que justamente aquí: "A nivel emocional estoy donde quería estar, haciendo los cómics que yo quiero escribiendo y dibujando y pudiendo vivir de esto", asegura.

Reconoce que cuando comenzó a trabajar para la editorial norteamericana Marvel las cosas le iban bien económicamente, pero lo que producía no era trabajo suyo, pues "no tenía derechos de autor, trabajaba para una gran empresa pero con personajes prestados". Las cosas le van bien en lo económico y, además, ha conseguido crear sus propios personajes y sus propias historias como autora; y ese era precisamente su objetivo: "Poder convertirme en alguien que no tuviese que depender de empresas", agrega.

Al igual que Emma Ríos, David Rubín (Ourense, 1977) es otro de los gallegos que ha hecho las Américas en el mundo del cómic; pero él se muestra más optimista que Emma con respecto a la situación de la banda diseñada en España. "Están pasando cosas con las que ni nos atrevíamos a soñar a comienzos de este nuevo siglo, cuando empezamos a publicar muchos", cuenta. Aunque asegura que nota más presencia del cómic en general y que la historieta se ha "normalizado", reconoce que todavía queda mucho por hacer "para que algún día esto sea una industria fuerte como es en Estados Unidos o en Francia". Sin embargo, insiste en que "se están dando pasos en la dirección adecuada".

Rubín confiesa que tiene una deuda con el mercado español: "Si ahora trabajo para grandes editoriales americanas es porque editoriales españolas sobre todo Astiberri apostaron por mi trabajo y llevaron a cabo una buena política de venta de derechos", añade. "Ahora, cuando yo y otra mucha gente tenemos la suerte y el privilegio de poder ganarse la vida honradamente y bien, haciendo los tebeos que les gusta hacer y en los que creemos, es cuando debemos apretar un poco más las tuercas y seguir apostando por el cómic español", continúa.