Tras debutar el rol de Adele el pasado sábado de la mano de Il Pirata de Bellini, Carmen Subrido vuelve a subir a escena este jueves con el ciclo Nuestros Intérpretes, en el que ofrecerá un recital de arias de ópera, romanzas de zarzuela y canciones en Afundación. La soprano gallega comenzará a las 20.00 horas su concierto, en el que cantará acompañada por el piano de Manuel Burgueras.

- Abría el pasado fin de semana la Temporada Lírica como Adele en Il Pirata . ¿Cómo valora el concierto que ofrecieron?

-Fue un éxito de estreno. Il Pirata es una obra muy complicada, que se ha ensayado en poco tiempo pero que ha conseguido un altísimo nivel. El coro y la orquesta estuvieron maravillosos, como mis compañeros. Es una pieza difícil técnica y musicalmente, pero creo que fue una función mágica.

- Papeles como este suponen su vuelta a los escenarios desde que decidió apartarse de los focos. ¿Cómo está viviendo el regreso?

-Yo estuve fuera de los escenarios en cuanto a ópera y zarzuela porque requiere estar mucho tiempo fuera de casa, y quería criar a mis hijos. Pero ningún regreso es fácil nunca, y menos cuando las cosas no funcionan como antes. Ahora existen los intereses creados de las agencias y está muy complicado tener acceso al circuito de teatros.

- El barítono Juan Jesús Rodríguez comentaba algo semejante. Decía que dependía más de estar con el agente "adecuado".

-Estoy totalmente de acuerdo. A la mayoría de los cantantes españoles les resulta imposible tener acceso a los teatros precisamente por los monopolios de las grandes agencias. Mueven a sus cantantes en paquetes, de modo que, si quieres que vaya uno, tienes que darle también trabajo a otros de la agencia.

- Usted, por lo pronto, dará un recital de arias de ópera y romanzas de zarzuela. ¿Cómo ve hoy la situación de la segunda?

-Se trató siempre como el hijo pobre de la música. De hecho, la zarzuela surgió como crítica social, los motivos eran sacados del pueblo. Pero el problema no está tanto en los orígenes, sino en cómo se trataba en los teatros. No se cuidaba el género a la hora de hacer las producciones, y se ha menospreciado un poco. Pero desde que el Teatro de la Zarzuela ha tomado las riendas, se han hecho grandísimos montajes.

- A usted le ha dado muchas alegrías, con piezas como Doña Francisquita . ¿Cómo ha cambiado Carmen Subrido como cantante desde aquellos debuts en los 90 hasta hoy?

-He madurado como persona, y vocalmente también. Aparte, como enseño, la docencia te obliga a profundizar en tu técnica. Creo que he evolucionado para bien [se ríe].

- Comenzó cantando con el Grupo Universitario de Cámara de Compostela. Pero la música le venía ya de antes, de su familia.

-Sí. Mi padre era un gran tenor, que no pudo dejar a su familiar e irse a estudiar, pero que tenía una voz maravillosa. Y mi madre también, era una mezzosoprano estupenda. En mi casa se escuchaba ópera, zarzuela, y música clásica y popular.

- ¿Achaca a eso la versatilidad que tiene hoy su repertorio?

-Sí, porque me gusta todo tipo de música, y me identifico con cada estilo. Si yo me identifico con una canción, la puedo hacer.

-Decía hace poco que tenía ganas de representar a Mimí, de La Bohème . ¿Ve cerca ese sueño?

-Lo veo posible, que ya es bastante [se ríe]. De entrada, en el recital voy a cantar su primera aria, pero lo cierto es que todos los repertoristas que me han escuchado ha dicho que mi voz es la perfecta Mimí. Ojalá ocurra.