Llegó para reivindicar la pluma de los autores del norte, a los que hizo un hueco en el panorama editorial con sus ediciones cuidadas al milímetro. Diego Moreno, editor y mano fundadora de Nórdica Libros, visitaba ayer Moito Conto para compartir los detalles de su proyecto, con el que lleva más de diez años ofreciendo poesía, infantil, libros ilustrados y, sobre todo, literatura de los países más fríos de Europa. A golpe de tiradas hechas con cariño, y con el respaldo del grupo Contexto, Moreno capea con relativa facilidad los vendavales de la crisis del libro, en la que, asegura, todavía queda hueco para la esperanza.

-¿Se ha enamorado ya España, como lo hizo usted, de la literatura nórdica?

-Hemos avanzado muchísimo. Hace doce años, hablar de autores más allá de Jostein Gaarder era algo impensable, pero en este tiempo hemos conseguido que la literatura nórdica se establezca y que mucha gente se abra a los grandes autores nórdicos.

-Los de novela negra habían funcionado muy bien aquí, pero no se había ido más allá.

-Yo creo que Larsson fue el momento determinante, su éxito popularizó mucho lo nórdico. Luego, también tuvimos la suerte de que en el 2011 un autor nuestro, Tranströmer, ganase el Premio Nobel de Literatura, haciendo que los libreros se volcasen con el fenómeno y dijesen: "¿Qué pasa en la literatura nórdica como para tener a un autor Nobel en el catálogo?".

-Con esa pregunta creó Nórdica en 2006, muy cerca de la crisis económica. ¿Cómo la capearon para no hundirse, como les ocurrió a muchas otras?

-Tuvimos la suerte de que la consolidación de la editorial fue muy temprana. De hecho, en el 2008, ya tuvimos el Premio Nacional a la Mejor Labor Editorial por crear Contexto con el resto de socios. Cuando empezó a llegar la crisis al mundo del libro ya estábamos consolidados, y no la hemos notado, sinceramente.

-Me habla de Contexto. ¿Hace falta unidad para afrontar los problemas de la industria?

-Yo creo que hace falta unidad en cualquier modelo empresarial. Ser una empresa pequeña tienes muchos hándicaps: no poder llegar a ferias, no poder competir? El hecho de tener un equipo de editores con el que compartir información hace que seas mucho más fuerte. Creo que ha sido un gran acierto, y siempre animamos a más editores y libreros a que se unan.

-Pero no es algo habitual.

-Para nada. Somos los únicos que hemos mantenido una relación de este tipo sostenida en el tiempo. Hubo más editoriales que lo intentaron, pero la unidad duró muy poco, porque hay que dar información de ventas? Y en este país nos cuesta mucho dársela al de al lado. Parece que si nos la guardamos va a ser mejor para nosotros, pero no es así.

-¿Cuánto diría que hay de responsabilidad de las propias editoriales y librerías en esta crisis que está pasando el mundo del libro?

-Supongo que todos tenemos parte de responsabilidad, pero creo que no es tanto culpa nuestra. Estamos en un país en el que la gente, cuando tiene que decidir en qué gastar el dinero que tiene para ocio, prefiere gastárselo en copas que en libros. Además, el cambio tecnológico es malo para la lectura, que requiere sosiego. Es difícil competir con eso, pero la parte buena es que en estos 20 años el lector se ha sofisticado mucho.

-¿Ha cambiado su perfil?

-Sí. Cada vez valora más los libros bien editados y traducidos, y los proyectos independientes. No todo es negativo en el balance, la prueba es que seguimos resistiendo muchos pequeños sellos. Además, yo creo que lo que se ha roto ya es la barrera del lector que solo lee un tipo de libro. Ahora es cada vez más diverso, y va a las librerías con ganas de dejarse seducir por algo que sea bueno sin tener en cuenta géneros. Eso está pasando tanto en lectores mayores como jóvenes.

- Hablar de juventud es hablar de digital. Ustedes fueron pioneros en plataformas como el iPad, pero dicen que ahora se han desmotivado con los ebooks , ¿por qué?

-Porque es un mercado atípico. El 90% del mercado lo tienen Amazon y Apple, y yo estoy acostumbrado a trabajar con libreros con los que tienes vínculos de comunicación. Pero con las grandes empresas multinacionales no hay nada que hablar. Desmotiva no tener interlocutor.

-¿Está ya perdida la batalla contra las multinacionales?

-No lo creo. Yo creo que los libreros también están cambiando su manera de trabajar, la rapidez en los envíos? Además, no todo lo que ha hecho Amazon es negativo, aunque es cierto que es una pena que mucha gente que compraba en librerías ahora lo haga ahí.

-Tampoco es que estemos a la cabeza de lectores en ese sentido. En España, ¿no se lee o no se apoya la lectura?

-En España se lee, aunque menos de lo que se debería. Es verdad que no hemos tenido grandes apoyos a la lectura. No se trata solo de hacer una campaña, sino de tratar de manera más profunda el cariño por los libros. Deberíamos trabajar en mensajes más cotidianos, como que los padres inculquen a los hijos la importancia de tener una biblioteca en casa. Que eso vaya calando es la mejor manera de cambiar las cosas.